Recurre a un discurso moralista para intentar superar la apatía ?del electorado ?de izquierda
24 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.José Luis Rodríguez Zapatero desdeñó ayer las críticas a la ministra de Defensa por su gestión frente al brote de gripe A(H1N1) detectado en el cuartel militar de Hoyo de Manzanares. El presidente del Gobierno minimizó lo ocurrido y acusó al Partido Popular de usar una doble vara de medir y ver solo la paja en el ojo ajeno. «Unos cuantos militares cogen la gripe y piden la dimisión de Carme Chacón, el mismo día que están defendiendo a Trillo tras lo que ocurrió con el Yakovlev 42» , reprochó.?Fue una mención de pasada en un largo mitin para las europeas, en Valencia.
En plena campaña, y volcado en movilizar a un electorado apático para evitar un revolcón electoral que el PP quiere interpretar en clave nacional, el Ejecutivo trata de convertir el episodio en una mera anécdota. ?Zapatero hizo lo posible por enterrar el asunto bajo una mole de artillería pesada contra el principal partido de la oposición y, en concreto, contra aquellos de sus dirigentes que más rechazo despiertan en la izquierda y en los que apuntaló su victoria en el 2004: José María Aznar y el ex ministro de Defensa Federico Trillo.?La sentencia del Yak-42 no ha podido llegar en momento más oportuno para el PSOE, convencido de que solo si logra tocar la fibra sensible de sus votantes más acérrimos logrará salvar los muebles el 7 de junio.
«Pido a Rajoy que, si cree en la seriedad y en la responsabilidad, suba a la tribuna y pida perdón a los familiares del Yak por lo que hicieron», bramó desde su atril. La exigencia tiene fecha. Hoy, el presidente del PP también protagonizará un acto electoral en la Comunidad Valenciana y como telonero, nada casual, tendrá a Trillo. Es, según Zapatero, el momento de dar un paso adelante. «Yo no les pido dimisiones -dijo el presidente-, les pido que respeten y que alguna vez hagan autocrítica y reconozcan un error».
La campaña socialista para las europeas cabalga sobre una idea fuerza: la de la superioridad moral de la izquierda. Y este asunto encaja como pocos en sus tesis. En los cuarteles del PSOE han llegado a la conclusión de que agitar los supuestos casos de corrupción asociados a la trama Gürtel es contraproducente porque daña la imagen de la clase política en su conjunto e inhibe el deseo de acudir a las urnas. Por eso, el asunto se deja para los locales. Solo el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, centró en él su discurso.?La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el cabeza de lista del partido, Juan Fernando López Aguilar, aprovecharon la cuestión, pero simplemente para abundar en la tesis de que la derecha nunca asume responsabilidades. «Piden las orejas cuando están en la plaza y se trata de otros, pero corren al burladero cuando se trata de ellos», dijo la número dos del Ejecutivo y diputada por Valencia.
En el acto, celebrado en el pabellón valenciano del Puente de San Luis, también participó como invitado el primer ministro portugués, el socialista José Sócrates. Durante la campaña el PSOE contará con el danés y actual secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
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