El PP ve la mano del PNV detrás del rechazo al nuevo obispo donostiarra

ESPAÑA

La formación nacionalista rehúsa las críticas y asegura que los sacerdotes hablan con conocimiento de causa

17 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, guardó ayer silencio, al menos en público, ante el rechazo, sin precedentes en la Iglesia española, que su nombramiento ha despertado en la que a partir de ahora, y salvo sorpresas poco probables, será su diócesis.

La presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, salió ayer en defensa de Munilla. La dirigente popular, informa Colpisa, ve «la mano del PNV» tras las críticas al nuevo obispo de San Sebastián y sostiene que los firmantes del manifiesto han optado por «hacer política» antes que «dedicarse a su vocación».

Para Quiroga, la forma en la que han reaccionado la mayor parte de los sacerdotes de la diócesis de San Sebastián es la «esperable», y nace de que las afirmaciones de Munilla no gustan a los nacionalistas y de la «tendencia» de los críticos. Estas afirmaciones fueron rechazadas por el PNV. Asegura que los párrocos actúan «con conocimiento de causa» y no ve «connotaciones políticas» en esa censura.

El manifiesto del clero guipuzcoano en contra de su nombramiento despertó también el rechazo del Partido Popular, cuyo dirigente Antonio Basagoiti, máximo dirigente de la formación conservadora en el País Vasco, señaló, informa Efe, que a los párrocos que critican al obispo Munilla «se les ve el plumero». Para Basagoiti, los firmantes del manifiesto son «políticos antes que curas».

Una insensatez

El dirigente popular calificó ayer en Ermua de «insensatez» que se «crucifique a una persona cuando aún no ha comenzado a desarrollar su trabajo». «Se les va viendo la sotana a esos curas -aseveró Basagoiti-que se negaban, o que ponían pegas, para que celebrásemos funerales de compañeros nuestros asesinados, como Miguel Ángel Blanco».

Para el máximo responsable del PP en Euskadi, «hay quien está queriendo crucificar a un obispo que aún no ha llegado, y lo está haciendo -insistió Basagoiti- porque es político antes que cura y porque hay dirigentes de algunos partidos que actúan como Franco». Para Basagoiti, el manifiesto en el que se critica a Munilla viene a evidenciar que numerosos sectores de la sociedad vasca están, desde hace tiempo, «infectados por la política». «Han querido patrimonializarlo todo, porque lo normal es que a una persona que viene a hacer su labor pastoral se le apoye y tenga la oportunidad de desarrollarla».

Se enteró por Internet

Sin embargo, fuentes «próximas al purpurado» afirman, según informa Efe, que «afrontará día a día y sin ningún tipo de prejuicios la labor apostólica que sus superiores le han encomendado como nuevo prelado donostiarra». Las mismas fuentes aseguran, incluso, que Munilla se ha enterado «mediante Internet» de la existencia del manifiesto en el que el 77% de los párrocos guipuzcoanos, entre ellos, por cierto, 14 arciprestes, aseguran que «el nuevo obispo no es en modo alguno la persona idónea para desempeñar el cargo asignado».

El obispo más joven de España, conocido por su cercanía a los sectores más conservadores del episcopado y prelado cuyas declaraciones han desatado en más de una ocasión agrias polémicas, se despedirá el día 3 de enero de la que hasta ahora fue su diócesis, Palencia. Una diócesis marcadamente rural, con un clero por lo general de edad muy alta y en la que los sectores más progresistas del catolicismo hispano tienen una presencia sustancialmente inferior a la de Guipúzcoa.