La Consejería de Interior vincula a los cinco detenidos con la voladura en el 2008 de la comisaría de Ondárroa
27 ene 2010 . Actualizado a las 11:46 h.La Ertzaintza desarticuló ayer el primer comando de ETA en más de seis años y asestó el primer golpe de peso a la banda terrorista desde que se conformó el Gobierno vasco presidido por Patxi López en mayo pasado. El Ejecutivo socialista del País Vasco aprovechó la exitosa redada para renovar uno de sus compromisos de legislatura, la implicación total de la policía autonómica vasca en la lucha contra ETA y el resto de los grupos satélites que apoyan la violencia. El mensaje lo lanzaron al unísono el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y la portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Idoia Mendia: la Ertzaintza «trabajará sin descanso» para «acabar con el terrorismo en todos sus frentes» y «ver el final de la banda lo antes posible». Agentes de la Ertzaintza, coordinados desde la nueva División Antiterrorista, arrestaron la madruga del martes en tres poblaciones costeras de la zona limítrofe ente Vizcaya y Guipúzcoa a cinco miembros legales de ETA (no fichados), a quienes Ares vinculó de forma directa con la voladura en el 2008 de la comisaría de la policía vasca en Ondárroa y con atentados durante ese año contra las obras del tren de alta velocidad y un repetidor de televisión. La última desarticulación por la policía vasca de un comando etarra se produjo en septiembre del 2003, cuando capturó a los cinco principales integrantes del comando Vizcaya y localizó en Galdácano un depósito con 150 kilos de explosivos y armamento variado. Dos días antes de las pasadas elecciones vascas, el 1 de marzo del 2009, agentes de la Ertzaintza arrestaron a Manex Castro, uno de los integrantes del comando que posiblemente asesinó al ex concejal socialista Isaías Carrasco y al empresario Inaxio Uría, pero el resto de los componentes lograron huir a Francia. Imagen de pasividad El consejero de Interior, nada más acceder al cargo, anunció que la recién constituida División Antiterrorista actuaría en breve contra ETA y rompería la imagen de pasividad que acompañó a este cuerpo durante los anteriores Gobiernos nacionalistas de Juan José Ibarretxe. Cumplió su deseo a las cuatro de la madrugada de ayer cuando agentes de la policía vasca, bajo la dirección del magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, desencadenaron la redada y detuvieron a tres sospechosos, el presunto núcleo del talde , en la localidad vizcaína de Ondárroa y a dos colaboradores del grupo en las poblaciones guipuzcoanas de Deba y Motrico. El comando de legales estaba liderado por Ibón Iparraguirre Burgoa, de 36 años, que fue arrestado en el municipio vizcaíno junto a Asier Badiola Lasarte, de 29 años, y Xeber Uribe Beitia, de 32, sus hombres de confianza. En Deba y Motrico fueron detenidos Jon Iñaki Esnaola Alba, de 34 años, y Javier Zubizarreta Legardi, de 40. La Ertzaintza realizó al menos ocho registros en viviendas y locales de las tres poblaciones y se incautó de numerosa documentación y material informático. El hallazgo más interesante se realizó en una vivienda vinculada a Iparraguirre, donde los agentes encontraron una pistola, material para la elaboración de bombas lapa y otros componentes para fabricar artefactos explosivos.