Después de tres jornadas de intenso intercambio de testimonios y experiencias, Salamanca echó ayer el cierre al sexto Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo. Un foro en el que las víctimas han reclamado el compromiso de la sociedad con la memoria de su tragedia y sobre todo con la justicia, desterrando la rebaja de condenas o que no prescriban los delitos relacionados con prácticas terroristas.
La clausura del encuentro estuvo protagonizada por la presidenta del Parlamento vasco, la popular Arantza Quiroga, quien dijo que «en muchas ocasiones la sociedad no ha estado a la altura de las circunstancias que reclaman las víctimas del terrorismo». La parlamentaria, uno de los símbolos del pacto PSOE-PP que ha hecho posible el primer Gobierno no nacionalista en el País Vasco, destacó en su ponencia de clausura que «queda por cumplir el reto más difícil, que la barbarie que hemos vivido no se vuelva a repetir con otras personas». Para ello, Arantza Quiroga preconizó la importancia de «educar para la paz» y especialmente «en el sector más vulnerable a la manipulación de los grupos radicales, la juventud, los niños y los adolescentes».
Indiferentes a la violencia
Quiroga llamó la atención sobre un informe presentado recientemente por el Defensor del Pueblo del País Vasco, que alertaba de que el 15% de los escolares entre los 12 y los 16 años no rechaza la violencia de ETA, al 14% le resulta indiferente, al 20% le parece negativo que se llegue al extremo de matar pero el 18% asegura que en sus hogares se dice que hay motivos justificados para que ETA actúe.
Ayer se celebró una mesa redonda titulada «L a superación del estrés postraumático» , en la que el jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Gómez Ulla de Madrid, José Luis Medina, llamó la atención sobre la falta de datos fiables sobre la duración real de las secuelas de un atentado, «que pueden prolongarse durante meses y durante años». Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología de la Universidad del País Vasco, destacó la importancia del apoyo a las víctimas para prevenir la aparición de patologías postraumáticas.