El portavoz municipal en Alicante admite que medió ante un empresario para colocar al hijo de un amigo
29 oct 2010 . Actualizado a las 02:33 h.Los casos de corrupción en la Comunidad Valenciana se siguen cobrando víctimas políticas. Paradójicamente, más en el PSOE, al que salpica tangencialmente, que en el PP, partido en el que numerosos cargos públicos aparecen implicados en diferentes causas. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante, Roque Moreno, dimitió ayer como concejal y de su puesto en la Diputación Provincial tras reconocer que había cometido el «error» de mediar ante el empresario Enrique Ortiz para que contratara al hijo de un ex concejal socialista con el que lo une una gran amistad. Moreno, que se mantendrá como secretario del partido en Alicante, se declaró «honrado, honesto y honorable». Y justificó su dimisión en el convencimiento de que los cargos públicos deben asumir responsabilidades políticas al margen de las penales, que, aseguró, no le afectan.
El promotor inmobiliario Enrique Ortiz, propietario del club de fútbol Hércules, está en el centro de las investigaciones policiales del caso Brugal, iniciado a partir de las supuestas irregularidades en la adjudicación del contrato de basuras por parte de la Diputación de Alicante y que ha puesto al descubierto numerosas sospechas de cohechos en las adjudicaciones de obras y desarrollos urbanísticos.
En este caso están imputados tres cargos públicos populares, entre ellos el presidente de la diputación, el popular José Joaquín Ripoll, y salpica también a la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo. Esto llevó a los socialistas a destacar el hecho de que sea el único partido en el que ha habido dimisiones. El 10 de septiembre abandonó su cargo el portavoz del PSOE en la diputación, Antonio Amorós, tras aparecer mencionado en grabaciones policiales del caso Brugal.
«Está claro que nosotros no actuamos como el PP, y que si hay alguna sombra de duda, en principio cada uno es libre de hacer lo que deba personalmente, pero desde el partido se le exige un código ético y unas conductas», argumentó ayer Teresa Carbonell, sucesora de Amorós como portavoz socialista en la institución provincial. No comparten la explicación en el PP, cuyos dirigentes atribuyen la dimisión a la decepción de Roque Moreno por no haber conseguido ser candidato a la alcaldía de Alicante.