El más emblemático mitin del PSOE, programado para el 3 de abril iba a servir como pistoletazo de salida de la precampaña
09 mar 2011 . Actualizado a las 21:38 h.El «número dos» del PSOE, José Blanco, se ha responsabilizado hoy de la campaña electoral y de la anulación del mitin de Vistalegre, una decisión que José Luis Rodríguez Zapatero ha desligado de su futuro político y que los barones han dicho compartir, pese al desconcierto de las bases socialistas.
La suspensión del mitin más emblemático del PSOE, programado para el 3 de abril y que iba a servir de pistoletazo de salida de la precampaña, ha causado un profundo estupor entre los socialistas, especialmente entre los diputados y cuadros medios del partido, aunque no así entre sus dirigentes territoriales - los conocidos como 'barones' - , que comparten la medida.
Este anuncio, acordado el lunes por la tarde por el Comité Electoral del PSOE, pero conocido un día después, ha pillado por sorpresa a casi todos los diputados socialistas, que no sabían qué contestar al ser abordados esta mañana por la prensa durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.
Un escenario en el que ha respondido escuetamente el propio Zapatero, quien ha desligado la supresión del acto de Vistalegre de su hipotética sucesión, un debate que se ha agrandado en las últimas horas ante un posible anuncio en el próximo Comité Federal del PSOE, que podría celebrarse el 26 de marzo o el 2 de abril.
Poco antes, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha dejado claro que él es el encargado de diseñar la campaña electoral de los socialistas y que lo ha hecho «para ganar las elecciones», aunque ha precisado que «las estrategias no se cuentan».
Visiblemente molesto por las especulaciones que estos cambios han generado en la prensa, Blanco ha asegurado: «Yo diseño la campaña electoral del PSOE, la planifico para ganar las elecciones y no la planifico por lo que me digan los periodistas».
La justificación de la dirección federal para cancelar el mitin de Vistalegre y reprogramar toda la campaña es que no están dispuestos a «entrar en el juego» del PP de convertir los comicios de mayo en un plebiscito entre Zapatero y Mariano Rajoy.
Esa idea ha vuelto a reiterarla el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, quien ha insistido en que el objetivo de su partido es poner el foco en autonomías y municipios, y no distraerse en el ámbito nacional, que ahora no está en juego.
Iglesias también ha garantizado que Zapatero intervendrá «activamente» en la campaña, «exactamente igual» que en las elecciones municipales y autonómicas de 2007.
En lo pasillos del Congreso, varios diputados no han ocultado su desorientación ante las últimas decisiones del partido y han admitido no comprender qué está ocurriendo ni cuál es la estrategia.
Donde sí ha encontrado comprensión esta resolución ha sido entre los barones territoriales, especialmente entre quienes llevan varias semanas pidiendo a Zapatero que desvele cuanto antes la incógnita sobre su futuro político.
Ese es el caso del líder del PSM, Tomás Gómez, que iba a ser el anfitrión del acto de Vistalegre, que ha considerado que su cancelación obedece a una «estrategia inteligente» que consiste en hacer que el «debate resida en lo que se juegan los ciudadanos el 22 de mayo y no en otras cosas».
Gómez ha apostillado que lo que se juegan los ciudadanos en las elecciones autonómicas y municipales es el «Estado del bienestar», pero al PP «no le interesa ese debate».
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha dicho que desconoce los motivos de estas decisiones, aunque ha opinado que para el 22-M lo mejor es «territorializar o regionalizar» la campaña.
Asimismo, ha señalado que desconoce cuál será el futuro de Zapatero y, sobre la sucesión, ha afirmado: «Sé lo mismo que ustedes».
Para el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la reprogramación de la campaña socialista no tiene «trampa ni cartón».
Fernández Vara ha explicado que el acto de la plaza de toros de Vistalegre ha estado históricamente relacionado con las elecciones generales o con aniversarios de la presencia del PSOE en el Gobierno de la nación, y no con autonómicas o municipales.
Desde fuera del PSOE ha llegado la interpretación del vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, quien ha dicho que a Zapatero «se le están echando a los chinos entre los líderes socialistas» y ha deseado que la «crisis» que vive el PSOE la «supere cuanto antes».