Sant Jordi llena las calles pese al mal tiempo

Efe

ESPAÑA

Desde primeras horas de la mañana los catalanes festejan el día de su patrón con un libro y una rosa.

23 abr 2011 . Actualizado a las 19:11 h.

Llovió de madrugada en parte del territorio catalán. Y, aunque amaneció nublado, el sol se acabó imponiendo, especialmente en Barcelona. En un Sant Jordi en plena Semana Santa, las calles de la capital se han llenado desde primeras horas y riadas humanas se han hecho con un libro y una rosa.

Tras días y días escribiendo que la celebración de Sant Jordi, patrón de Cataluña, en sábado y en plenas vacaciones de Semana Santa, convertía la jornada en algo totalmente atípico, se ha demostrado, como decía este mediodía un editor, que la fiesta literaria «está a prueba de bombas», y nada ha impedido que la gente haya salido y haya cumplido, una vez más, con el viejo ritual.

Personas de todas las edades paseaban por las principales vías del centro de la ciudad, mientras los escritores afilaban sus plumas para firmar sus obras y los vendedores de rosas de las esquinas advertían a voz en grito que tenían los mejores y más olorosos ejemplares, a solo tres euros la pieza.

Juan Marsé, que llevaba casi dos décadas sin firmar libros en Barcelona, hoy también ocupaba silla, y no ha parado de dedicar títulos, tanto el último que ha publicado como viejas obras de páginas amarillentas.

Uno de sus seguidores le ha reconocido que gracias a él y a Manuel de Pedrolo se había iniciado en la lectura, mientras que otro clásico de la jornada, Eduardo Mendoza, tampoco ha parado de mantener breves encuentros con sus lectores.

El madrileño Javier Marías estará, asimismo, esta noche con la mano dolorida de tanto mover el bolígrafo, igual que el joven Albert Espinosa, que, con Si tu me dices ven, lo dejo todo...pero dime ven, lleva semanas encabezando la clasificación de ventas de libros tanto en castellano como en catalán.

Alicia Giménez-Bartlett dejaba junto a su firma su correo electrónico, para que los lectores puedan ponerse en contacto con ella cuando terminen su novela, y la periodista Pilar Rahola no ha parado de hacerse fotos con sus muchos admiradores, algunos, según le reconocían, irredentos seguidores suyos de las mañanas de TV3 junto a Josep Cuní. «Somos como los Roper», ha dicho ella en más de una ocasión.

El británico Paul Preston tenía, asimismo, sus seguidores, más ordenados y serios que los de Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón, con lectores que no han escondido que tenían la biblioteca con sus obras en el cuarto de baño, según le ha comentado una pareja de jóvenes.

El ratón Gerónimo Stilton, con parada en el paseo de Gracia, ha servido de punto de encuentro de muchas familias, lo que también ocurre con otros autores como Isabel-Clara Simó, que tiene lectores de diferentes generaciones, y María Dueñas, encantada en su segundo Sant Jordi en Barcelona con la misma novela: El tiempo entre costuras.

Najat El Hachmi será otra de las escritoras que esta noche llegará rendida a su casa, igual que el barcelonés Ramon Solsona, la mallorquina Carme Riera y el francés Mathias Malzieu, que esta tarde no podrá firmar más libros debido a una infección bucal y de garganta.

La madrileña Almudena Grandes tampoco se ha perdido la fiesta, igual que unos «resucitados» Shakespeare, Cervantes y Virginia Woolf (ella con pírcing en la lengua) que declamaban en plena plaza de Cataluña «cómo pesa la cultura, cómo pesa la verdad».

En una jornada como esta también se nota quiénes son los más mediáticos, con largas colas de público adolescente y joven, y quiénes los más deportistas.

Es el caso de Kilian Jornet, autor de Correr o morir, con muchos admiradores, mayoritariamente hombres jóvenes, cuyos músculos se intuían bajo sus camisetas.

Al mediodía, como cada Sant Jordi que se precie, algunas editoriales han celebrado sus tradicionales comidas, y en la que ha habido en la terraza de un céntrico hotel organizada por Grup 62 se han dejado ver, además de muchas personas del ámbito cultural y literario catalán, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias.