La decisión final sobre Bildu queda en manos de un Constitucional divididoa favor (9)en contra (6)

Alfonso torices MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Los magistrados progresistas tienen mayoría en el tribunal, que emitirá el fallo el jueves, antes del inicio de la campaña

03 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La decisión definitiva sobre Bildu, la que determinará si sus 254 listas estarán en las urnas o no, queda en manos del Tribunal Constitucional, tan dividido como el Supremo, que, por nueve votos a seis y tras un intenso debate, ordenó la exclusión de la coalición de las elecciones.

El Constitucional resolverá el jueves el recurso de amparo que la coalición presentará hoy contra su exclusión de las urnas. Para ello, sus magistrados deberán despejar la duda que fragmentó al alto tribunal: si Bildu es el disfraz y el cauce del todavía brazo político de ETA para retornar a las instituciones del País Vasco y Navarra, como mantiene la mayoría conservadora del Supremo, o si, por el contrario, se trata de la coalición formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba y unos herederos de Batasuna que han roto todos sus lazos con la banda y el terrorismo, como defiende la minoría progresista.

Si se confirma el fallo del Supremo, Batasuna se quedará por primera vez sin un solo cargo público desde su ilegalización en el 2003 y arrastrará a sus dos socios legales. Si el tribunal deroga la exclusión, apuntaría al primer paso para el retorno a la legalidad de la izquierda aberzale clásica.

Nadie se atreve a hacer pronósticos. En el Constitucional existen las mismas dos sensibilidades jurídicas, la que cree en la veracidad del desmarque de Batasuna y la que piensa que no es más que la sucursal institucional de ETA. Pero hay dos incógnitas que aún hacen más difícil anticipar un posible fallo. Por un lado, los magistrados del tribunal, a diferencia del Supremo, aún no han tenido que definirse sobre este punto, ya que no han podido pronunciarse sobre la legalidad o no de Sortu, el partido que el Supremo no inscribió en el registro por considerarlo la nueva marca del brazo político de ETA. No se sabe cuántos y qué piensan.

Y por otro, aún está por decidir si el recurso de Bildu lo resolverá la sala segunda -con tres magistrados progresistas y tres conservadores, y en la que tendría voto de calidad el más antiguo, de tendencia progresista- o si, al final, el asunto se abocará al pleno, compuesto por siete progresistas y cuatro conservadores. Por si las dudas fueran pocas, fuentes jurídicas avisaron de que en el Constitucional, a diferencia del Supremo, los magistrados con etiqueta progresista no tienen por qué ponerse en bloque del lado de Bildu.

Los argumentos

Los nueve magistrados del Supremo que han dejado por el momento a Bildu fuera de las urnas lo han hecho porque, en coincidencia con el Gobierno y la Fiscalía, creen probado por los informes policiales que la coalición es fruto de «un proceso auspiciado por la misma ETA». A lo largo de 120 folios explican que, con el consentimiento de EA y Alternatiba, formaron una coalición que «se ha erigido como un cauce simulado y fraudulento para soslayar la ilegalización del brazo político de la banda y, así, permitir el acceso de Batasuna/ETA a las instituciones», a través de centenares de presuntos candidatos independientes que no serían más que «meros testaferros de ETA». No creen en el rechazo al terrorismo de Batasuna, que suponen «instrumental» y autorizado por la banda, y lamentan los daños a EA y Alternatiba, pero entienden que estas dos formaciones políticas deben asumir las consecuencias de «la jurídicamente errónea determinación de su estrategia» de apoyo a un partido ilegal.

Los seis magistrados disidentes no pueden estar más en desacuerdo. Piensan que los herederos de Batasuna sí que han roto con ETA en «un giro copernicano» de «rechazo absoluto y sin ambages de la violencia» y que Bildu y la convergencia electoral de los independentistas de izquierdas no solo no es un invento de ETA, sino que es una estrategia iniciada en el 2003 por Eusko Alkartasuna, en la que no ha aceptado a la izquierda aberzale clásica hasta que ha comprobado «fehacientemente» su ruptura con la banda. Por este motivo, entienden que dejar fuera de las instituciones a dos partidos democráticos como EA y Alternatiba es «insostenible en términos constitucionales y legales».

Carlos Dívar, Aurelio Desdentado, Xavier O?Callaghan, Ricardo Enríquez, Carlos Granados, Carlos Lesmes, Francisco Javier de Mendoza, Juan Saavedra y Ángel Calderón.

La coalición Bildu permitiría a ETA volver a las instituciones el 22-M, al incluir Eusko Alkartasuna y Alternatiba en las listas a candidatos independientes que son «testaferros» de Batasuna.

Juan Antonio Xiol, Gonzalo Moliner, Alberto Jorge Barreiro, Rafael Gimeno-Bayón, Manuel Ramón Alarcón y José Luis Calvo.

Está en juego el derecho de representación política, recogido en la Constitución. Para negar tal derecho no valen meras sospechas; su denegación precisa de certidumbres basadas en hechos firmes y datos debidamente acreditados.