El Constitucional debe decidir si permite a la izquierda aberzale tener siglas propias

M. Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

07 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El pleno del Tribunal Constitucional permitió que la izquierda aberzale esté en las urnas, pero la batalla jurídica no ha terminado. Los militantes cercanos a la antigua Batasuna volverán a las instituciones vascas y navarras empotrados en una coalición con otros dos partidos (EA y Alternatiba), pero no con unas ansiadas siglas legales y propias.

Y serán los magistrados que dieron luz verde a Bildu los que decidirán en los próximos meses si la izquierda aberzale podrá tener un partido, Sortu, la marca electoral de nuevo cuño que no pudo concurrir a los comicios porque el Supremo vetó en marzo su inscripción en el registro de partidos de Interior. Como en Bildu, el alto tribunal cortó el paso a Sortu por un estrecho margen de 9 votos contra 7, pero a diferencia de la coalición, Sortu no pudo recurrir en amparo exprés al Constitucional (ya que no era un recurso electoral, sino ordinario) y se quedó a las puertas del 22-M.

El letrado de Sortu, Íñigo Iruin, presentará en breve recurso de amparo ordinario contra la decisión del Supremo. No hay plazo para resolverlo, aunque la cuestión debe solventarse en meses. El recurso será estudiado por alguna de las dos salas del Constitucional.

Donde caiga el caso Sortu es, en realidad, indiferente, a la vista de la decisión del Constitucional. Según expertos juristas, si recae sobre la Sala Segunda, la que estudió Bildu, el resultado sería idéntico: la división (tres conservadores y tres progresistas) apunta a un «empate perpetuo» que el presidente de la sala, Eugeni Gay, enviaría a dirimir al pleno, de amplia mayoría (7 a 4) progresista. La gran mayoría de los especialistas apuntan a que el plenario corregiría, aquí también, al Supremo sobre Sortu, sobre todo teniendo en cuenta que el veto ya contaba con la oposición (en un contundente voto particular) de 7 de los 16 jueces del Supremo.

Si el asunto recayera sobre la Sala Primera, el resultado, vaticinan, sería el mismo, ya que la mayoría progresista es más fuerte (4 frente a 1), lo cual apuntaría a que, también en este órgano, Sortu lograría el indulto.

Probablemente no se decida antes de las generales, en marzo del 2012, una cita que no está entre las prioridades aberzales.