El PP advierte contra un cambio de criterio que considera una abominación

La Voz

ESPAÑA

18 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La decisión que el Tribunal Constitucional tome sobre los recursos de etarras en relación con la aplicación de la denominada doctrina Parot amenaza con convertirse en la próxima tormenta política y motivo de enfrentamiento entre socialistas y populares. Aún no hay sentencia del tribunal, pero el PP ya puso ayer el grito en el cielo ante la mera posibilidad de que sea revocada la doctrina instaurada por el Tribunal Supremo. La reacción del Gobierno, por boca de su ministro de Justicia, Francisco Caamaño, fue la de intentar tranquilizar los ánimos y pidió que se deje trabajar al Tribunal Constitucional.

La secretaria general del Partido Popular, Dolores de Cospedal, afirmó que sería «un disparate jurídico, moral y ético» revocar la doctrina Parot, ya que, dijo, esa fórmula de computar las penas es «perfecta», y cambiarla sería «abominable». También la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, confió en que esa doctrina se mantenga en vigor, ya que es «buena y justa» con los presos de ETA. Aunque no quiso avanzar más juicios, a la espera de que el Constitucional tome una decisión.

Un argumento que también empleó el Gobierno para reclamar que se deje trabajar a los magistrados. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, reclamó: «No adelantarnos a lo que pueda ser o no ser» porque es un tema de «gran complejidad». Explicó que no se trata de derogar la doctrina Parot sino de resolver «un conjunto de recursos de amparo» presentados por los presos de ETA por la prolongación de sus penas. «Lo que tenemos que hacer -pidió- es dejar que el Constitucional haga su trabajo, que sus razonamientos los proyecte en cada sentencia y, después, valorar».

Teatralización de una mentira

Una actitud que no comparte el eurodiputado popular Jaime Mayor Oreja, que ve en la previsible decisión del Constitucional una prueba más de su teoría de que se avanza hacia «un final de ETA sin final» fruto de un pacto de la banda con el presidente Rodríguez Zapatero, «la teatralización de la que probablemente es la mayor mentira desde que arrancó la democracia». Y como consecuencia de todo ello, prevé «excarcelaciones y decisiones» que «helarán la sangre y el corazón».