Blanco afirma que los nacionalistas son más patriotas que los populares
24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El acuerdo que el Gobierno alcanzó in extremis con el PNV y CiU, que permitió salvar en el Congreso y por la mínima el decreto sobre la negociación colectiva, generó ayer un cruce de acusaciones entre el PSOE y el PP a cuenta del coste político de ese pacto. Pero el improvisado consenso elevó también la tensión entre los nacionalistas y el propio Ejecutivo, que reprochó en especial al PNV que presuma públicamente de haber arrancado fuertes concesiones a Zapatero a cambio de su abstención en la convalidación de un decreto que, en cualquier caso, deberá ser tramitado ahora como proyecto de ley y votado de nuevo.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, aseguró que las declaraciones del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, que aseguró entre risas que nunca había obtenido tanto a cambio de tan poco «casi rozan el esperpento». Sus palabras contrastan con las del ministro de Fomento, José Blanco, que afirmó que los nacionalistas vascos y catalanes han mostrado más «sentido de Estado» que los populares, que han hecho «patriotismo de pacotilla».
El PP se centró, sin embargo, en exigir aclaraciones sobre «las razones ocultas y finales del apoyo». El coordinador de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, aventuró que el pacto in extremis obedeció «a otras consideraciones de índole interna que muy poco tienen que ver con las dificultades que está pasando nuestro país desde el punto de vista económico».
Feijoo: «El PNV se mofa»
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, afirmó que el Gobierno se encuentra «nunha situación terminal» y que el país no aguantará sin tomar decisiones hasta mayo del 2012. «Ou decisións ou eleccións», dijo. Núñez Feijoo consideró que la reforma laboral debería estar liderada por las fuerzas mayoritarias, «e non polas minorías, que por enriba se mofan do que consiguen nas negociacións», según informa Serafín Lorenzo.
Lo ocurrido mereció también la censura del coordinador general de IU, Cayo Lara, que criticó que en esta reforma laboral se repita «el viejo esquema de funcionamiento» de España, que consiste en que, gobiernen socialistas o populares, «siempre terminen pactando con la burguesía vasca o catalana».