El enfrentamiento entre el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha de la popular María Dolores de Cospedal y el de su antecesor socialista, José María Barreda, trascendió ayer el ámbito de las diferencias en torno a las cifras de déficit. El portavoz del actual Ejecutivo regional, Leandro Esteban, afirmó que «lo único» que le interesa a Barreda es sacar un acta de diputado en el Congreso para tener garantizado el aforamiento parlamentario. «No me sorprendería que terminase en los tribunales», aseguró sobre las supuestas responsabilidades del expresidente castellano-manchego en las irregularidades en las cuentas públicas.
Entre esas presuntas responsabilidades por las que debería responder ante la Justicia citó la negación de la existencia de un documento de su Gobierno con planes privatizadores. También debería responder, a su juicio, por haber llevado a la comunidad a «la bancarrota», por el incumplimiento de contratos o por conceder subvenciones sin consignación presupuestaria como, según aseguró, consta en el informe del Síndico de Cuentas.
Esteban no aclaró si su Gobierno emprenderá acciones judiciales por estas últimas cuestiones, como hizo por la supuesta destrucción de documentación pública.