Hasta hace muy poco, se daba por hecho que en la campaña solo habría un tema: la economía. Mariano Rajoy apostó hace al menos dos años a que la crisis no mejoraría entes de las elecciones y los catastróficos últimos datos del paro le han dado la razón. Sin embargo, Alfredo Pérez Rubalcaba centrará el debate en la necesidad de mantener el Estado del bienestar pese a la crisis. El fin del terrorismo será el otro eje de la campaña.
Crisis y desempleo. Rajoy se ocupará de muy pocas cosas al margen de la crisis y el paro. Pero no se limitará a descalificar al Gobierno, como ha hecho hasta hace poco. El PP cree que ya está fijada la imagen de un Ejecutivo que ha gestionado mal y que cebarse en la mala situación es perjudicial. Por ello, el candidato del PP se centrará en asegurar que es posible salir de esta situación con el esfuerzo de todos. Por una parte transmite esperanza y, por otra, comparte la responsabilidad futura en las duras medidas que, en caso de ganar, tendrá que tomar nada más llegar al poder.
Modelo social. No será la campaña del dóberman, pero Rubalcaba presentará a Rajoy como una amenaza contra el Estado de bienestar y los derechos sociales. Y se presentará a sí mismo como la única garantía de que no se recorten derechos y libertades, incluso cuestionando algunas de las últimas medidas de Zapatero. Rajoy prometerá que no habrá recortes en educación y sanidad y tampoco se comprometerá a derogar leyes como la del aborto o la del matrimonio homosexual.
ETA. Rajoy negará durante la campaña que vaya a haber concesiones o negociación alguna con ETA. Pero evitará en todo momento acusar al Gobierno de haber pagado precio por la paz. Primero, porque cree que no es electoralmente rentable. Y, segundo, porque sabe que tendrá que adoptar en el futuro decisiones que serán difíciles de digerir por su electorado. Rubalcaba no va a dudar en situar su gestión en la política antiterrorista como uno de sus mayores avales y en reforzar el mensaje de que solo él garantiza que el camino de la paz que se ha iniciado no se tuerza si el PP llega al poder y se imponen las tesis del sector más duro de PP.