En Galicia fueron cancelados cuatro vuelos con el aeropuerto de Alvedro
19 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Iberia logró ayer salir airosa de la primera de las dos jornadas de huelga convocadas por sus pilotos para este mes en protesta por la decisión de crear una filial de bajo coste, Iberia Express. La compañía explicó que la jornada transcurrió con «tranquilidad» y «sin incidencias remarcables» en todos los aeropuertos tras recolocar en vuelos alternativos al 98 % de los 12.000 viajeros que tenían previsto embarcar en el centenar de operaciones que fueron anuladas. Fuentes de Aena corroboraron la «normalidad» vivida en los aeródromos.
La calma y la escasez de viajeros marcaron la mañana en los principales aeródromos. Las únicas tensiones se vivieron a mediodía y por la tarde, cuando algunos pasajeros llegados a Madrid en vuelos de radio largo encontraron canceladas sus conexiones. En varios aeropuertos extranjeros la huelga obligó a embarcar en aviones de otras compañías a viajeros que tenían previsto volar a España. Eso causó también pérdidas de enlaces con destinos finales y forzó algunas esperas largas que provocaron quejas.
La aerolínea, que fleta unos 300 vuelos diarios, decidió reducir a 195 el número de operaciones por la huelga. Al cierre de esta crónica, la empresa aseguraba haber operado el 60 % de los vuelos protegidos por los servicios mínimos previstos para la jornada.
En Galicia fueron cancelados cuatro vuelos con Alvedro: dos que tenían que salir de A Coruña con destino Madrid a las 13.35 y 20.10 horas, respectivamente, y otros dos que debían aterrizar en la terminal coruñesa, a las 12.55 y a las 19.30 horas. La compañía explicó que se avisó con antelación suficiente a los pasajeros y se les ofrecieron varias posibilidades, como la devolución del importe del billete y la opción de viajar con Iberia o con otra compañía en otros vuelos.
Iberia reubicó a «prácticamente la totalidad» de los 12.000 afectados en otros vuelos de la casa y de otras 27 compañías «españolas, del resto de Europa, americanas y de Próximo Oriente».
El personal se Iberia se volcó para evitar incidentes. «No están los tiempos para perder clientes», subrayó una empleada. Y, de paso, para enviar a los pilotos -que realizarán otro paro el 29 de diciembre- un mensaje claro de que la aerolínea tiene capacidad para afrontar este tipo de desafíos. La compañía había previsto un plan de contingencia que incluía acuerdos con otras empresas de transporte (autobuses y trenes) y hoteles. El sindicato de pilotos convocante, SEPLA, cifró en el 100 % el seguimiento de la protesta y negó que esté preparando una huelga salvaje (sin servicios mínimos) para enero.