La propiedad de Urdangarin, valorada en más de seis millones, es uno de los activos de que dispone para hacer frente a la más que posible fianza millonaria que le puede imponer el juez
04 sep 2012 . Actualizado a las 10:31 h.La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin están cambiado de hábitos. Tras ser fotografiados viajando en un utilitario de 20 años de antigüedad -un Golf que la hija del rey usaba de soltera-, los duques de Palma han decidido abandonar la mansión en la que vivían en Pedralbes para vivir ahora en un chalé de alquiler mucho más modesto. La lujosa casa, valorada en más de seis millones de euros, es uno de los activos de que Urdangarin dispone para hacer frente a la más que posible fianza millonaria que le puede imponer en un futuro próximo el juez José Castro por su vinculación con el caso Palma Arena.
Castro negó que esté llevando a cabo una «instrucción prospectiva global o general» respecto al exdeportista ni acerca de la empresa Aizoon, que comparte con su esposa. En un auto notificado ayer, deniega un recurso en el que el abogado de Urdangarin le pidió que rechazara los informes reclamados por el fiscal Anticorrupción a la Agencia Tributaria de Cataluña sobre Nóos y la trama societaria supuestamente urdida por el duque de Palma y su exsocio Diego Torres para apropiarse de dinero público.
Evasión de capitales
El juez también se refiere a los posibles delitos fiscales o de evasión de capitales que el abogado de Urdangarin cree que está investigando, e indica que en el caso de que haya nuevos hechos incriminatorios en este aspecto se ofrecerá «ampliamente» al duque de Palma la posibilidad de dar su versión. El abogado Mario Pascual Vives criticaba que el fiscal incluyera en su petición a Hacienda frases «claramente incriminatorias» y usara a la Agencia Tributaria como perito.
Por su parte, el exvicepresidente de la Generalitat valenciana Vicente Rambla afirmó que cree que Urdangarin seguía vinculado a Nóos en el 2008, dos años después de que supuestamente hubiese seguido el consejo de la Casa Real de dejar sus actividades. Rambla hizo ayer estas declaraciones como testigo ante el juez sobre unas comidas a las que asistió en el 2007 y el 2008 junto a Urdangarin.