La empresa organizadora de Thriller Music Park aseguró en un comunicado que no se había superado el aforo del Madrid Arena, cifrado en 10.620 personas, dado que se habían vendido 9.650 entradas. Diviertt ofreció «toda la colaboración» a las autoridades para esclarecer los hechos, según el comunicado, en el que se insiste en que el evento «cumplía todas las normativas del protocolo de seguridad exigidas por la Delegación del Gobierno». Además, el aforo estaba «certificado por la empresa externa de control de acceso».
El vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, aseguró ayer, «con toda la prudencia», que «no existía exceso de aforo», aunque su afirmación estaba basada en datos facilitados por la empresa. Anotó también que las «salidas de emergencia funcionaban correctamente» y que Diviertt «tenía todos los permisos en regla» y contaba con 113 guardias de seguridad encargados de supervisar el evento. De ellos, 38 eran guardias jurados contratados por el Ayuntamiento a Seguriber, que se encarga de la seguridad del recinto, pero que los los organizadores subcontrataban esa noche. Otros 75, pertenecientes a la compañía Control 34, fueron contratados por Diviertt. La fiesta era vigilada en el exterior del pabellón por agentes municipales y nacionales. «No podemos decir aún qué falló», admitió Villanueva.