Rajoy elogia a Iberoamérica por combinar austeridad y crecimiento

Antonio Montilla CÁDIZ / COLPISA

ESPAÑA

J.J. Guillén / Efe

Abre la cumbre de Cádiz alabando las políticas de estímulo y cohesión

17 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Un recorrido de doble dirección y entre iguales. Esta es la nueva relación que España quiere mantener con América Latina. Un continente que crece económicamente por encima del 3% mientras que la vieja Europa zozobra en una recesión de la que aún no está claro cómo saldrá.

Esta idea navegó en las intervenciones con las que el rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inauguraron ayer de manera oficial la 22ª Cumbre Iberoamericana de Cádiz. Un acto que reunió en el teatro Falla a 18 jefes de Estado y de Gobierno de América Latina.

Rajoy ponderó el éxito de países como México, Brasil, Chile, Ecuador o Bolivia, que han sabido «transformar la vieja década perdida en la actual década de prosperidad». El presidente español llegó, incluso, a destacar que este éxito de América Latina obedece al resultado de la «combinación de la austeridad con políticas propias de crecimiento y de cohesión social». Una fórmula que, de momento, no ha aplicado en España.

Rajoy recordó que muchos españoles encontraron una segunda oportunidad en este continente durante el siglo pasado y que, más recientemente, España también ha sido una «tierra de oportunidades» para muchos latinoamericanos. Hoy en día, muchos españoles, sobre todo jóvenes con carreras universitarias, vuelven a fijarse en América Latina como el mejor lugar para labrarse un porvenir. Tal vez por ello, Rajoy añadió: «Podemos decir con orgullo que nuestra comunidad iberoamericana ha sabido ser, en ambas direcciones, una tierra de acogida a lo largo de los diferentes ciclos que nos ha tocado vivir». Don Juan Carlos empleó este mismo argumento pero con giros más contundentes. «Necesitamos más Iberoamérica», remachó.

Para el jefe del Estado español, esta cumbre se enfrenta al reto de llevar más Europa a Iberoamérica y más Iberoamérica a Europa. Puso, asimismo, la Constitución de 1812, que se firmó en Cádiz, como ejemplo de esta cooperación entre las dos orillas del Atlántico. «Españoles y americanos demostramos como trabajando y soñando juntos podemos alcanzar metas de extraordinaria relevancia para el progreso de nuestras sociedades que, además, sirven de inspiración a otras latitudes», espetó.

Tanto el Rey, que ejerce de anfitrión de la cumbre, como Rajoy, tuvieron palabras de recuerdo «lleno de emoción al querido pueblo guatemalteco que ha recientemente ha sufrido las consecuencias de un seísmo». Un desastre que ha impedido desplazarse hasta Cádiz al presidente de este país, Otto Pérez Molina. Don Juan Carlos, además, saludó de manera afectuosa a Felipe Calderón, presidente de México, que abandonará el cargo dentro de quince días y al presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, que, al igual que Mariano Rajoy, debuta en una cumbre iberoamericana.