Miguel Aramburu es uno de los veintisiete magistrados y jueces titulares de un juzgado en la comunidad autónoma gallega que han suscrito el manifiesto. El máximo responsable del Penal número 4 de Pontevedra, un órgano que, entre otras cuestiones, se ocupa en exclusiva de las cuestiones vinculadas con la violencia sexista, precisó ayer que fueron unos compañeros quienes le remitieron el escrito y «me pidieron que lo suscribiera; lo leí y lo firme».
-¿Este documento surge a raíz del indulto a unos «mossos d?esquadra»?
-Sí. Especialmente, por el segundo indulto.
-¿Consideran que el poder político está interfiriendo demasiado en las decisiones judiciales?
-En este aspecto, en lo que se refiere al indulto, sí. Además, hay que tener en cuenta que la ley del indulto es del siglo XIX y a los gobiernos no les interesa cambiarla, porque pueden hacer lo que les dé la gana, que es lo que ha pasado aquí.
-Hasta ahora se habían concedido otros indultos polémicos, pero nunca se había producido una reacción como esta.
-Es que este es especialmente llamativo porque son policías, que están condenados por delitos de torturas y que lo que está claro es que no quieren que cumplan una pena de prisión. A diferencia de otros indultos, como el de Alfredo Sáenz, del banco Santander, aquí el Gobierno les concedió uno y como la audiencia dice que tienen que cumplir la pena de prisión, les conceden otro para que no vayan. Es un poco escandaloso. El Gobierno puede hacer lo que quiera y que las personas que ellos quieran no vayan a prisión.
-Llegaría un momento, entonces, que habría una Justicia de dos velocidades, una para los que son amigos del Gobierno...
-Esto es lo que dice el manifiesto. Para qué sirve un juicio en el que se condena a alguien por torturas, si después no pasa nada. ¿Te vas de rositas aunque cometas un delito tan grave como es el de torturas? Eso es una barbaridad.