Urdangarin bordea la bancarrota por sus deudas con los bancos

melchor sAiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Su patrimonio es insuficiente para cubrir la fianza millonaria impuesta

18 mar 2013 . Actualizado a las 22:27 h.

Iñaki Urdangarinpodrá pisar o no la cárcel, pero lo que es seguro es que, aunque sea condenado y pierda su patrimonio inmobiliario y el de su empresa, las arcas del Estado nunca van a recuperar los 8,2 millones de euros que reclama el juez José Castro a él y a su exsocio Diego Torres por daño económico a la Administración. El duque, y así consta en los informes remitidos por la Agencia Tributaria al instructor, está casi en bancarrota por las deudas con los bancos, unos créditos que ha comenzado a no pagar, según su propia declaración ante el magistrado del caso Palma Arena el pasado febrero.

A Urdangarin las cuentas no le salen, según los datos de Hacienda. El yerno del Rey como persona física y su empresa Aizoon tienen un patrimonio embargable de 3.553.245 euros, pero sus deudas con los bancos, principalmente con La Caixa y el BBVA, sumaban hace unos meses 2.361.817 euros. Por la parte del duque de Palma, el dinero que el Estado podría recuperar de los más de seis millones de euros que Urdangarin y Torres se llevaron en supuestas adjudicaciones a dedo de las Administraciones valenciana y balear no llega a 1,2 millones de euros; exactamente 1.191.428 euros.

Sin embargo, ni siquiera ese dinero acabaría en las arcas de la Administración en caso de que Urdangarin sea condenado por apropiación de fondos públicos. Fuentes de la Agencia Tributaria apuntan que si dejara de satisfacer las cuotas de los préstamos contraídos, los bancos «habitualmente» suelen tener preferencia a la hora de cobrar.

¿Pero cuál es la situación inmobiliaria pormenorizada del principal imputado del caso Nóos? En la parte de haberes embargables, su mayor patrimonio, sin duda, es el famoso palacete en el barcelonés barrio de Pedralbes. El inmueble fue adquirido por los duques de Palma en el 2004 por 5,8 millones de euros y posteriormente fue reformado a fondo con un coste de casi tres millones.

Urdangarin y la infanta Cristina tienen separación de bienes y en consecuencia solamente sería requisable la mitad de la propiedad. O lo que es lo mismo, 2,9 millones de euros sin contar la reforma y la posible devaluación de la vivienda. Sobre el palacete, según asegura Hacienda, a diciembre del 2010 todavía pesaba una deuda de 3.869.482 euros. El 50 % de esa deuda, 1.934.741 euros, corresponde al yerno del monarca, y la otra mitad, a su esposa.