El rey habló con el emir de Catar para mediar en favor de Navantia

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La Zarzuela niega que en los contactos se tratara el fichaje de Urdangarin

10 abr 2013 . Actualizado a las 13:29 h.

Definitivamente, nada le sale bien a la familia real en los últimos tiempos. La oferta recibida por Iñaki Urdangarin para entrenar al combinado de balonmano de Catar junto al ex seleccionador nacional Valerio Rivero parecía un balón de oxígeno para marcar distancias con los problemas judiciales del marido de la infanta Cristina. Pero las declaraciones del embajador de Catar en Madrid, Hamad Bin Hamad Al-Attiya, en las que aseguró que don Juan Carlos ha mantenido en los últimos días varias conversaciones telefónicas con el emir catarí, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, obligaron a la Casa del Rey a salir al paso de las especulaciones.

Fuentes de la Zarzuela aseguraron que las llamadas del monarca al jeque fueron para mediar en favor de la oferta presentada por la naviera española Navantia con el objetivo de vender once embarcaciones a Catar, y no para recomendar la contratación de su yerno. El embajador catarí afirmó sin embargo en un desayuno informativo en Madrid que ambos hablaron de relaciones bilaterales y de otros temas de interés común, aunque dijo desconocer si trataron sobre el fichaje de Urdangarin.

La versión de la Zarzuela es que don Juan Carlos se dirigió por carta al emir de Catar el 1 de marzo para informarle de la importancia que tendría para España conseguir el contrato de construcción de cuatro corbetas, seis patrulleras y una embarcación de apoyo para el emirato. El encargo supondría una fuerte carga de trabajo para unos astilleros que atraviesan una situación crítica. Las conversaciones telefónicas posteriores habrían versado sobre el mismo tema. La mediación del rey con mandatarios del golfo pérsico es habitual y resultó decisiva para que un consorcio entre España y Arabia Saudí se hiciera con el contrato del AVE entre Medina y La Meca.

Según el embajador catarí, las últimas llamadas entre ambos mandatarios se produjeron ayer mismo y el pasado lunes. Preguntado sobre si su país se sentiría orgulloso de recibir a Urdangarin, imputado en el caso Nóos, al igual que la infanta Cristina, Al-Attiya señaló que su pueblo acostumbra a «separar el deporte de la política». Aseguró que si las autoridades españolas no tienen ninguna «objeción oficial» a que Urdangarin se desplace a Catar, su país no se opondría, pero precisó que el fichaje del yerno del rey como segundo entrenador es una decisión que compete exclusivamente a Valerio Rivero, técnico al que se ha ofrecido hacerse cargo del combinado nacional catarí de cara al campeonato mundial de balonmano que se celebrará del 11 al 27 de enero del 2015 en ese país. A la espera de que esa oferta se concrete, la intención de Urdangarin es firmar un contrato por dos años con la Federación de Balonmano de Catar, algo que ya ha comunicado a la Casa del Rey, que no ha puesto reparo alguno.

Retiro de lujo y sueldos de oro

El fichaje de deportistas extranjeros es habitual en el pequeño emirato, que utiliza el deporte para promocionarse internacionalmente. Los jugosos sueldos que pueden garantizar gracias al poder económico que generan sus reservas de gas y petróleo han atraído a famosos futbolistas como el exmadridista Raúl González. Catar acogerá además el Campeonato Mundial de Fútbol en el año 2022. Políticos como el británico Tony Blair o el español Miguel Ángel Moratinos actúan también como asesores de lujo del emir.