La presión por la falta de explicaciones ante unas acusaciones muy graves de Bárcenas que están deteriorando la imagen del PP empieza a llegarle a Rajoy desde todos los frentes, incluidos los de su propio partido. En una dura intervención, la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, advirtió ayer de que no va a permitir que se haga «ningún tipo de especulación que pueda manchar la honorabilidad» de su formación. Y añadió que con las acusaciones de Bárcenas el PP vasco «se juega» la trayectoria de «hombres y mujeres que han estado dando lo mejor de sí mismos por ideales a cambio de nada», y algunos «están bajo tierra», recordó. Adelantó Quiroga que en los próximos días se pondrá en contacto con antiguos dirigentes del partido, y que indagará, porque el PP vasco «no se merece estar en entredicho».
También el responsable del PP provincial de Valencia, Alfonso Rus, explicó ayer que «cree» en Rajoy pero exigió al presidente que aclare «lo que está pasando en el PP y con Bárcenas». «Este es un partido honrado y los militantes nos merecemos que el partido dé una explicación», reclamó Rus, que pidió disculpas a los militantes.