Don Felipe ha presidido hoy su primer desfile del Día de la Fiesta Nacional, el más corto -con apenas 50 minutos de duración- y austero de la historia
13 oct 2013 . Actualizado a las 12:37 h.El príncipe de Asturias ha animado hoy a los invitados a la recepción por la Fiesta Nacional, en nombre del rey, a celebrar lo que une a todos los españoles, que «es mucho», y a reafirmar el compromiso «con un futuro compartido» de concordia y progreso.
«Si lo que nos une es mucho, es mucho más todo lo que cada día seguirá estrechando nuestros vínculos y los de toda España con la comunidad internacional», ha subrayado el heredero de la Corona en un brindis en el que ha trasladado el saludo «más afectuoso» y los «mejores deseos» de parte de don Juan Carlos para todos los invitados.
En su mensaje, don Felipe, que ha felicitado a la Guardia Civil en el día de su patrona, la Virgen del Pilar, ha afirmado asimismo: «España, con la Corona a su servicio, continuará trabajando siempre para garantizar ese progreso, ese porvenir, superando cualquier dificultad».
Desfile militar corto y austero
Antes de la recepción, el príncipe de Asturias presidió, junto con doña Letizia y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su primer desfile del Día de la Fiesta Nacional, el más corto -con apenas 50 minutos de duración- y austero de la historia. Unos 2.600 militares y guardias civiles han participado en el desfile, que ha comenzado a las 10:40 horas con la llegada, entre aplausos, de los Príncipes de Asturias a la plaza de Neptuno, y ha finalizado a las 11:30 horas.
Los dos últimos años ya se redujo la duración del acto debido a la salud del Rey y se limitó a una hora.
Don Felipe y doña Letizia, con un vestido granate y chaqueta de color rosa palo, han sido recibidos por Rajoy, que había llegado poco antes al mismo lugar acompañado de su esposa, Elvira Fernández, y por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el presidente y la alcaldesa de Madrid, Ignacio González y Ana Botella, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez.
Allí ya se encontraban todos los ministros excepto Luis de Guindos, titular de Economía, los presidentes del Congreso y del Senado y de otras instituciones del Estado como el Tribunal Constitucional.
También los presidentes de 10 de las 17 comunidades autónomas, entre ellos la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que se estrena en este tipo de actos, además de los de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Han faltado, como es tradicional, los presidentes de Cataluña y País Vasco, entre otros.
Por parte del mundo de la política han acudido entre otros el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sentado junto al portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso. A su lado otros portavoces parlamentarios, salvo los de IU y nacionalistas catalanes y vascos, como suele ser habitual.
Cambios en el protocolo
El príncipe, vestido con el uniforme de teniente coronel del Ejército de Tierra, ha pasado revista a las tropas y ha saludado a las máximas autoridades, entre ellas los presidentes autonómicos que este año como novedad se situaron en la primera línea de saludo junto a los miembros del Gobierno.
También se ha podido comprobar los cambios en el protocolo al ser el heredero de la Corona y no el Rey como jefe de Estado quien preside el desfile.
No se han escuchado las voces de «Viva España» que, suelen oirse cuando las unidades del Ejército pasan por la tribuna, se han reducido a 19 el número de cañonazos (21 al Rey) y las banderas nacionales de las unidades que desfilaban no rendían honores a su paso ante la tribuna de autoridades.
Los acordes del himno nacional, en versión más breve (20 segundos, frente a los 52 establecidos para el Rey) han dado el pistoletazo de salida a la parada militar.
Sin exhibición aérea
Al igual que el pasado año, no se han visto carros de combate ni blindados, y la exhibición aérea se ha limitado al vuelo de los siete aviones que integran la patrulla acrobática Águila, que han realizado dos «pasadas», una de ellas para dejar los colores de la bandera de España sobre el cielo y otra en el acto de homenaje a los caídos.
Como en otras ocasiones, los más aplaudidos han sido los legionarios que han desfilado con su tradicional ritmo de 160 pasos por minuto acompañados por su mascota -un carnero-, los Regulares, con su ritmo lento de 90 pasos por minuto, y la Guardia Civil.
También han desfilado la Brigada Paracaidista, la Guardia Real, la jefatura de Tropas de Montaña y las academias militares del Aire, Tierra y la Armada.
La exhibición ha finalizado con unidades a caballo, con un escuadrón Hipomóvil de la Guardia Real y un escuadrón de Sables de la Guardia Civil.
Por segundo año consecutivo, Defensa ha organizado el desfile bajo la austeridad y con un coste de 823.000 euros, inferior al del año pasado y un tercio menos que hace diez años.