Méndez presiona para forzar ceses en UGT-Andalucía por el presunto desvío de dinero

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El sindicato dice que se siente víctima de una campaña de desprestigio que intenta destruir la organización

29 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Cándido Méndez tiene «meridianamente claro» que en UGT de Andalucía se van a asumir «todas las responsabilidades políticas» tanto por el caso de los ERE como por las facturas falsas para financiar el sindicato. El secretario general informó que durante la reunión del comité confederal él mismo utilizó el término «dimitir», pero no en sentido personal sino dirigido a la dirección en Andalucía. Esa sería la respuesta a la delicada situación del sindicato en esa comunidad tras la avalancha de denuncias sobre irregularidades económicas.

El secretario general de UGT confesó que está «afectado» por lo que pasa con su organización en Andalucía, pero deslindó responsabilidades porque «la responsabilidad material y política» está en esa federación y no en la dirección confederal del sindicato. «Eso es lo que tiene que quedar claro», apostilló para desencantar a quienes piden su renuncia. Las dimisiones, como todo apunta que habrá, se circunscribirán a UGT de Andalucía. Méndez no lo dijo, pero en la sede de la dirección de la central flotaba el nombre del secretario general andaluz, Francisco Fernández Sevilla.

«No descarto dimitir, aunque la potestad es de los afiliados», admitió el propio Fernández Sevilla el miércoles antes de incorporarse a la reunión del comité confederal de UGT que se celebró ese día que se prolongó hasta ayer en Madrid.

La caída de Nicolás Redondo

Aunque ha pasado el tiempo, Méndez no olvida el fraude millonario de la cooperativa de viviendas PSV promovida por UGT en los años noventa y que precipitó la salida del líder histórico de UGT Nicolás Redondo, que en 1993 no se presentó a la reelección y le dio el relevo.

El actual secretario general, si bien hace unos días confesó que la idea de la dimisión le rondaba, no se la plantea ahora y ciñó el problema a Andalucía. Para delimitar el terreno, explicó que la estructura de una organización sindical «está muy descentralizada», tiene una estructura confederal y cada organización es responsable de sus actos, recauda sus cuotas, se financia y elabora sus presupuestos.

Dimisiones en enero

El secretario general de UGT incluso puso fecha al corte de cabezas, el 9 de enero. Es cuando se reunirá un comité regional extraordinario de Andalucía y se adoptarán «las decisiones políticas que correspondan». Será así si es que antes no hay nuevas denuncias que precipiten los acontecimientos.

UGT de Andalucía se vio salpicada primero por la implicación de algunos dirigentes en la trama de los ERE fraudulentos pagados por la Junta, y después por facturas falsas.

El comité confederal del sindicato aprobó ayer una resolución que denuncia la existencia de una «causa general» contra UGT para desprestigiar y destruir a la organización. Sostuvo que hay una «campaña antisindical» impulsada por grupos «conservadores que apoyan al Gobierno», acompañada de otra «campaña maliciosa de ciertos medios».