La vicepresidenta, acusada de corrupción
14 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La comparecencia el lunes en el Parlamento navarro de la exdirectora de Hacienda Idoia Nieves para explicar los motivos de su cese ha provocado una tormenta política que puede acabar con la presidencia de Yolanda Barcina, que llegó al poder el 23 de junio del 2011 gracias a un pacto con el PSN, roto un año después, con lo que desde entonces ha tenido que gobernar en minoría. La que era cabeza visible de la Hacienda foral hasta que presentó su dimisión por sorpresa el pasado 20 de enero explicó que renunció al cargo por las injerencias en su gestión de la vicepresidenta y consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, aunque esta nunca logró sus objetivos. La acusó de tratar de parar inspecciones, reclamar documentación y interesarse por numerosos expedientes abiertos. En todos los casos se trataba de clientes de su asesoría fiscal, que no cerró cuando entró a formar parte del Gobierno navarro. La dejó en manos de la que era su número dos, a la que traspasó su cartera de clientes, y sigue funcionando en el estudio profesional de su marido.
Nieves explicó que en una ocasión, tras no conseguir parar una actuación, Goicoechea calificó en un correo electrónico de «faena» el expediente abierto y aseguró que lo iba a comentar con Barcina porque era de «alguien muy importante para nuestra comunidad». No se quedó ahí, sino que demandó explicaciones al jefe de quien hizo esa actuación. Asimismo, entre otras irregularidades, pidió informes fiscales sobre la Caja de Ahorros de Navarra y mostró su enfado tras una inspección a la Universidad de Navarra.