El Gobierno renuncia a defender la abdicación, que tuvo un apoyo del 90 %
18 jun 2014 . Actualizado a las 11:07 h.La ley orgánica que hace efectiva la abdicación del rey Juan Carlos finalizó ayer su tramitación parlamentaria con su aprobación en el Senado por 233 votos a favor (PP, PSOE, PSC, UPN y Foro), cinco en contra (IU, ICV y ERC) y 20 abstenciones (CiU, PNV y Coalición Canaria). Amaiur no participó en la votación, que se realizó por el procedimiento tradicional, y no de viva voz, como ocurrió en el Congreso. En esta ocasión no hubo ninguna fuga de votos en el PSOE. El visto bueno definitivo de la Cámara Alta deja vía libre para que propio monarca sancione hoy en una ceremonia solemne que se celebrará en el Palacio Real su voluntad de abdicar la Corona de España y para que su hijo sea proclamado mañana en el Congreso como el nuevo rey Felipe VI.
El trámite por el que las Cortes españolas ponen en marcha por primera vez en democracia el procedimiento de sucesión en el trono previsto en la Constitución quedó deslucido por la renuncia del Gobierno a defender en la Cámara alta el proyecto de ley. De hecho, solo tres ministros asistieron ayer a la sesión en el Senado, algo que mereció las críticas de todos los grupos, incluidos aquellos que, como el PSOE, respaldaron la ley orgánica.
La ausencia de un portavoz del Gobierno hizo que, al contrario de lo que ocurrió en el Congreso, en donde el propio Mariano Rajoy defendió el proyecto de ley, fueran los grupos enmendantes los que intervinieran en primer lugar. Y lo hicieron en unos términos incluso más críticos con la monarquía que los que pudieron escucharse en la Congreso. A pesar de ello, la abdicación obtuvo en el Senado un respaldo del 90,3 %, superior al 85 % cosechado en el Congreso. Los votos en contra suponen solo el 1,9 % del total y las abstenciones, un 7,7 %.
PP
Respaldo al pacto constitucional. En ausencia del Ejecutivo, el portavoz del PP en la Cámara alta, el senador lucense José Manuel Barreiro, fue el encargado de defender la ley y dar réplica a los grupos críticos. Garantizó el respaldo de los populares a don Juan Carlos y al nuevo rey Felipe VI, y el compromiso de su grupo con el pacto constitucional. Rechazó los argumentos de quienes opinan que debe reformarse la Carta Magna y recordó que otras constituciones, como la de Estados Unidos, tienen ya más de 200 años y a nadie se le ocurre cuestionarlas.
PSOE
«Ejercicio de republicanismo». El portavoz del PSOE, Marcelino Iglesias, destacó la «normalidad» del proceso de abdicación en el marco de un «elemento constitucional», lo que la diferencia , a su juicio, de otras abdicaciones anteriores, llevadas a cabo mediante «algaradas, conflictos y conspiraciones palaciegas». Frente a quienes propugnan la república, destacó que el hecho de que sea el pueblo el que autoriza al rey a retirarse después de cumplir 76 años supone «un ejercicio de republicanismo en el sentido profundo» que demuestra la primacía de la ley frente a las decisiones de carácter personal.
CiU
«Desbloquear diálogos». El portavoz de CiU, Josep Lluís Cleries, dijo esperar que el futuro rey contribuya «a desbloquear diálogos» para que los catalanes decidan su futuro «mediante la consulta que tendrá lugar el 9 de noviembre». Reclamó al nuevo monarca «sensibilidad» hacia Cataluña y recordó que el propio don Felipe afirmó en el Parlamento catalán que Cataluña será «lo que los catalanes quieren que sea». Justificó la abstención por el hecho de que no se escuche «la voluntad pacífica, cívica y democrática de un pueblo».
PSC
Reforma constitucional. El portavoz del grupo de la Entesa, el senador del PSC y expresidente catalán José Montilla, presentó la sucesión en el trono como una «ventana de oportunidad» para reformar la Constitución. Admitió que los socialistas son «conceptualmente republicanos», pero equiparó la monarquía parlamentaria española a las «democracias avanzadas en las que el poder está en el pueblo».
PNV
«Ni del rey ni de la república». Jokin Bildarratz justificó la abstención del PNV en el hecho de que no se considera «súbdito del rey ni de la república» y aspira a lograr el «respeto a la voluntad de los vascos de ser». «Quien respete nuestra voluntad, tendrá nuestro respeto», señaló, destacando que la Constitución en la que se basa esta ley solo tuvo el apoyo del 30 % de los vascos.
IU, ICV y ERC
Referendo para la república. IU, ICV y ERC defendieron la retirada de la ley de abdicación y reclamaron la celebración de un referendo para que los españoles puedan escoger entre monarquía y república. El portavoz de IU, José Manuel Mariscal, recordó que el 63 % del actual censo electoral no votó la Constitución. Ester Capella (ERC) acusó a los defensores de la ley de abdicación de «sustraer una vez más a la ciudadanía el derecho de poder decidir» y Joan Saura (ICV) defendió el referendo para que los ciudadanos decidan «sobre aquello que no se pudo decidir en 1978».