Pedraz devuelve la querella contra el pequeño Nicolás a los juzgados ordinarios por un error de forma
ESPAÑA
Recibió la causa completa original y no un testimonio de la misma
27 ene 2015 . Actualizado a las 04:45 h.El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, a quien ha correspondido la querella interpuesta por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) contra Francisco Gómez Iglesias, el pequeño Nicolás, ha devuelto la causa al juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, que se inhibió la pasada semana en favor del órgano Central, por una cuestión de forma. La decisión del Juzgado Central de Instrucción número 1, que no prejuzga a quien corresponde investigar este asunto, le devuelve la documentación al juez número 43 porque éste le había remitido la causa completa original, y no un testimonio de la misma como correspondería legalmente, han informado fuentes jurídicas. La remisión a la Audiencia Nacional de este asunto se produjo el pasado día 22. La querella se presentó en los juzgados ordinarios por través de la Abogacía del Estado por la supuesta comisión de un delito de injurias graves a los Ejércitos, Clases o Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. El magistrado del juzgado de Instrucción número 43 considera que la competencia en el asunto corresponde a los juzgados centrales de instrucción, ya que el CNI es un alto organismo de la Nación y los delitos cometidos contra ellos son competencia exclusiva de ese tribunal, en virtud de lo dispuesto en los artículos 65 y 88 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ). El 'pequeño Nicolás' está además siendo investigado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid por un delito de estafa y falsedad documental. Por ahora, se ha negado a declarar en dos ocasiones al no estar el secreto levantado completamente. Querella del CNI La Abogacía del Estado presentó el pasado 3 de diciembre una querella a instancias del CNI contra Gómez Iglesias por un presunto delito de injurias. El delito se habría producido en relación a las declaraciones que este joven realizó en varios medios de comunicación asegurando que había realizado trabajos para el Centro Nacional de Inteligencia, informaron a Europa Press en fuentes jurídicas. Esa personación se solicitó en defensa de los intereses públicos y de las instituciones del Estado que han podido verse afectadas por la presunta actuación delictiva de este joven. Con anterioridad, el propio ministro de Defensa había manifestado públicamente que los servicios jurídicos del Estado estaban analizando si las declaraciones públicas de Gómez Iglesias, eran «constitutivas de algún tipo de infracción o delito» y en tal caso «se personaría en las causas que están inicialmente abiertas» contra él. Autentificadas las grabaciones Por otra parte, un informe pericial ha ratificado las grabaciones del sumario entre policías y agentesl del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que grababan a su vez a Francisco Gómez Nicolás, el 'pequeño Nicolás'. El perito se opone a la teoría de la defensa del joven de 20 años que sostiene que las escuchas telefónicas son «ilegales» al estar manipuladas. Por ello, sus abogados presentaron un incidente de nulidad de la causa en aras a que se anule la totalidad del sumario en el que se investigan los delitos de estafa, falsedad y usurpación de funciones públicas. En el informe, al que tuvo acceso Europa Press, se analizan las grabaciones de 6 minutos y 52 segundos que fueron entregadas al juez Arturo Zamarriego. En el documento, se señala que la pericial se realiza para comprobar si en «la grabación analizada existen cortes, partes eliminadas o añadidos a otras grabaciones distintas». Es decir, si las conversaciones han sido objeto o no de una manipulación posterior, tal y como creen los abogados del chico. Sin añadidos ni borrados En las conclusiones, el perito concluye «de forma indubitada que la grabación analizada es auténtica y que no ha sido borrados ni añadido de otras grabaciones». De este modo, detalla que el DC offset de la grabación se mantiene constante, lo que confirma que «no hubo cambio de equipo grabador y añade que las condiciones acústicas de los interlocutores en toda la grabación se mantiene constante, lo que muestra que no hay grabaciones añadidas. Agrega que »no se han observado en la grabación señales que pudieran sospechar de borrados o añadidos de otras grabaciones diferentes. Y sostiene que con toda probabilidad la grabación se desarrolló en un local cerrado, no oyéndose ruido de vehículos.