Gabilondo acepta ser el candidato del PSOE de Madrid si lo pide la militancia

paula de las heras MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Ángel Gabilondo asegura que no quiere adhesiones inquebrantables sino que hablen los militantes.
Ángel Gabilondo asegura que no quiere adhesiones inquebrantables sino que hablen los militantes. J.J.Guillen | EFE

«Yo no soy de los que salen corriendo», asegura el exministro de Educación

18 feb 2015 . Actualizado a las 17:26 h.

«Los demás te miran y yo no soy de los que salen corriendo». El exministro de Educación, Ángel Gabilondo, acabó ayer por fin con la incertidumbre. Está dispuesto a ser el candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, como pretendía Pedro Sánchez. Los intentos del defenestrado Tomás Gómez por impedir que el plan del secretario general de los socialistas se frustrara no han servido de mucho. En el entorno del exlíder madrileño creían que el ruido, la reclamación de unas primarias y la existencia de otras candidaturas, primero la de Amparo Valcarce y luego la de Pedro Zerolo, ambos afines al expresidente Zapatero, disuadirían al catedrático de Metafísica, ajeno al partido y a las cuitas orgánicas.

Gabilondo, que no es militante ni tiene intención de serlo, afirmó sin embargo que tampoco es «indiferente» a las tribulaciones del primer partido de la oposición y que escucha a quienes «dentro y fuera» le miran como un referente. Lo dijo ante una nube de micrófonos, poco antes de presentar en un desayuno informativo al consejero delegado de la cadena Cope, y sabedor de que no podía permanecer más tiempo callado.

En menos de 24 horas estaban convocadas las asambleas de militantes para proponer candidaturas a la comisión gestora presidida por Rafael Simancas y habría resultado extraño que se promoviera el nombre de alguien que ni siquiera había mostrado ningún interés por la difícil empresa que se le pretende encomendar. Su paso al frente facilita pues la tarea a la dirección federal para dar cerrojazo este sábado al cuestionadísimo golpe contra Gómez y su ejecutiva.

Ahora se trata de darle a todo una pátina democrática. Difícil si se tiene en cuenta que la propia dirección del partido ha justificado con motivos electorales (encuestas que no llegaban al 11 % del voto) la disolución del PSM y la decisión de nombrar otro candidato distinto del elegido el pasado octubre. En Ferraz insisten en que no hay «dedazo» y en que se dará voz a las bases.

A Gabilondo le preocupa aún así, según fuentes cercanas, que su designación se vea como una imposición. «Yo no quiero adhesiones inquebrantables. Lo que quiero son decisiones adoptadas por los militantes», afirmó. Para que eso sea así la maquinaria de la dirección federal se tendrá que emplear a fondo, pero también los tomasistas.

Las llamadas telefónicas a las agrupaciones han comenzado. Cada uno utiliza sus armas. Valcarce, presidenta del PSM en la Asamblea de Madrid, ya dio alguna pista para oponerse a Gabilondo en una carta a la militancia. «Aspiraré a una mayoría autónoma para gobernar y si hay que hacer acuerdos para esa mayoría nunca serán con el PP», dijo. Zerolo, presidente de los socialistas madrileños y miembro de la ejecutiva de Sánchez, se reivindicó como elemento de cohesión. «Soy una persona de consenso», aseguró. Fuentes del PSM, críticas con Gómez, presumen sin embargo de que lo de Gabilondo está hecho porque el exministro «entra muy bien».