El problema de la doble vara de medir

Tino Novoa EN LA FRONTERA

ESPAÑA

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El portavoz parlamentario socialista es el ejemplo de la esquizofrenia del PSOE. Antonio Hernando dijo primero que solo reclamarían el escaño a Chaves y Griñán si se les abre juicio oral, lo que ponía en evidencia el compromiso ético de Pedro Sánchez. Por eso, poco después tuvo que desdecirse para precisar que lo harían solo si les imputa algún delito concreto. Con mucho menos argumentó la defenestración de Tomás Gómez, por poner solo uno de varios ejemplos posibles. Ya ha quedado claro que los verdaderos motivos de esta decisión eran otros, pero evidencia los problemas que tienen los partidos para gestionar los procesos judiciales. Aunque se llenen la boca de principios éticos, al final juegan siempre a la defensiva, intentando negar la evidencia, desviando la atención de los hechos y negándose a asumir las responsabilidades correspondientes. Ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Y a fuerza de cavar más hondo en la trinchera, su discurso ya no se lo cree nadie, por sus continuas contradicciones, por sus continuas incoherencias.

Pedro Sánchez y Susana Díaz, que en este caso tanto monta, han querido poner el listón ético muy alto para intentar romper con el pasado. Pero hay pasados que se proyectan sobre el presente y lo hipotecan. Y, en ese equilibrio imposible, al final se han plegado a los compromisos más espurios. Con ello han puesto evidencia no solo la doble vara de medir, sino lo difícil que resulta airear los partidos tras tantos años de malas prácticas.

Porque lo cierto es que más allá de argucias procesales, y con independencia de las responsabilidades penales, si las hubiera, las políticas son evidentes. Y solo por ellas Chaves y Griñán, ambos expresidentes, son indignos de representar a nadie en el parlamento.