Tercia en la guerra abierta por las críticas de la número dos de Cospedal
08 abr 2015 . Actualizado a las 16:34 h.«Cuando ganamos, ganamos todos juntos y cuando no ganamos no ganamos todos juntos, desde ahí debemos hacer todas la autocrítica en el partido». Alberto Núñez Feijoo lanzaba este mensaje al término de la reunión de la junta directiva nacional, en declaraciones a La Voz, después de la disensiones producidas en la cúpula popular tras los pésimos resultados obtenidos en Andalucía. En cierta forma suponía enmendar la plana María Dolores de Cospedal, que fue la que inició las hostilidades públicamente por personas interpuestas, pero ayer salió también en su defensa, porque es la secretaria general que llevó al PP a sus «mayores cuotas de éxito electoral».
El viernes la mano derecha de De Cospedal, la portavoz del PP en Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, denunció que «los que perdieron Andalucía, esos que no han ganado nunca o que no se han presentado a unas elecciones o, incluso, que no saben nada de política, se están dedicando a desestabilizar el PP». Un ataque dirigido contra Javier Arenas, pero que también alcanzaba a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. La invectiva causó indignación en el PP andaluz, que la atribuyó a «una guerra de familias o de egos para subir escalones en política nacional».
«Perder el tiempo»
Feijoo señaló que la tarea del PP ahora es «acabar lo que hemos venido haciendo desde finales del 2011, que es mantener el bienestar, los servicios públicos y eso solo se hace mejorando la economía y el empleo». Por lo que «no nos vamos a distraer en otros planteamientos, porque es simplemente perder el tiempo». El objetivo es centrarse en las elecciones con el aval de la gestión realizada, que resumió en pasar de un país en una situación previa a la quiebra a estar «entre los más prósperos de Europa», que destruía empleo a más del 9 % y crearlo a más del 7 %. «Eso no es un discurso, es una realidad, no es un guion, sino la explicación de lo que ha pasado», señaló. Se trata de explicárselo a los ciudadanos de cara a las próximas citas electorales. «Reitero que hacemos las cosas mejor de lo que las explicamos y esa es nuestra tarea», añadió.
El presidente de la Xunta pidió hace unos días más autocrítica después del batacazo andaluz. En su opinión, Rajoy la hizo en su discurso de ayer. «Ha dicho claramente que lo que hemos hecho no es suficiente para ganar las elecciones, ha dicho que nos hemos equivocado en muchas cosas, pero no en las importantes», aseguró. Admitió que el PP ha cometido «errores», refiriéndose sobre todo a la corrupción, que dijo «nos ha costado cicatrices en el partido y credibilidad durante algún tiempo, pero las cicatrices hay que admitirlas, curarlas y seguir adelante». Porque, dijo, «España necesita un partido que le dé estabilidad» y sin el PP «tendría un futuro menos positivo y sólido». «Vamos a ver si los españoles nos reconocen los aciertos y nos condonan los errores», concluyó.
Tras los rumores infundados que le colocaban ya como secretario general del PP, afirmó. «Yo no improviso mis compromisos y mi compromiso es con Galicia». Sostuvo que no sabe de dónde salen esos planteamientos ni tampoco le preocupan, pero reiteró que le queda «un año y medio de trabajo, y a finales del 2016 el PPdeG verá cuál es la mejor estrategia». En ese sentido también dijo que no es momento de distraerse en esas cuestiones, sino de «completar la recuperación y centrarnos en los problemas de los ciudadanos».