Unos papeles causaron el accidente del F-16 en el que murieron 11 personas en la base de Los Llanos

J. V. M. TOLEDO / COLPISA

ESPAÑA

Manu | EFE

Las cartas de navegación, que estaban mal colocadas, acabaron golpeando ligeramente los mandos de la aeronave y la precipitaron contra los aviones que estaban en tierra

29 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un fallo humano, en apariencia sin importancia alguna, desencadenó la tragedia que costó la vida a once personas el pasado 26 de enero en la base área albaceteña de Los Llanos. El F-16 griego que se estrelló ese día se precipitó contra el suelo y contra los aviones que estaban en tierra porque unos papeles estaban mal colocados en la cabina. La causa del accidente fue que las cartas de navegación acabaron golpeando ligeramente los mandos de la aeronave y variaron el timón de cola del aparato.

Con esa nueva y accidental configuración los dos pilotos griegos no pudieron hacer nada por evitar impactar contra el suelo y arrollar a los nueve militares franceses que estaban participando en unas maniobras de la OTAN y que estaban trabajando en sus aparatos. Así lo indica el informe elaborado por una comisión de investigación internacional en la que han participado militares de seis países, entre ellos ocho españoles, y que el Ministerio de Defensa de Francia ha publicado en su página web.

Según este informe, las cartas de navegación cayeron accidentalmente sobre un mando, una ruleta manual que hace girar la dirección del timón de cola, de tal forma que el F-16 despegó descompensado y se precipitó hacia otros cazas que se encontraban en ese momento en la pista listos para iniciar también el despegue en los ejercicios aéreos. Según testigos del fatal accidente, el F-16 se orientó hacia la derecha nada más levantar el vuelo y cayó en picado contra los demás aviones militares.

Este documento, de más de 40 páginas, subraya que ni el piloto ni el copiloto griegos fallecidos se percataron del fallo al despegar. De hecho, no revisaron la cabina 20 minutos antes de iniciar el ejercicio, como así lo establecen los protocolos de vuelo. El avión solo había sido revisado en la plataforma de estacionamiento por los pilotos. El problema llegó justo después, cuando los dos militares accedieron a la cabina y no se dieron cuenta de que las cartas de navegación habían girado de forma accidental el timón de cola. La investigación también aclara que en el accidente no influyeron otros aspectos como el viento que soplaba en la base albaceteña ese día. No obstante, sugiere mejoras en los F-16 pues, por ejemplo, estos aparatos no disponen de un sistema que avise al piloto de una posible descompensación justo antes del despegue.

«Solo fue mala suerte»

Seis meses después de aquel terrible suceso, la base de Los Llanos no ha olvidado lo ocurrido. Varios homenajes a los fallecidos se han sucedido a lo largo de este tiempo y el ministro de Defensa español, Pedro Morenés, ha participado el alguno. La publicación del informe de la investigación no ha dejado impasible a ninguno de los trabajadores civiles y militares que cada día acuden a la base manchega. Algunos de ellos prefieren hablar de «mala suerte» en lugar de «error humano» para referirse a aquel 26 de enero y exculpar a sus colegas griegos.