La nueva teima de Pedro Sánchez

La Voz

ESPAÑA

Después de repetir la historia de Juana y Valeria hasta el hartazgo durante los pasados comicios, el líder de los socialistas ha decidido aplicar la misma técnica para esta campaña pero cambiando a los protagonistas

08 jun 2016 . Actualizado a las 13:52 h.

Cuando Pedro Sánchez memoriza un discurso, lo exprime hasta dejarlo sin jugo. Hasta tal punto que en las dos campañas que lleva a las espaldas el líder socialista, sus repetitivos sermones se han convertido en un hilarante foco. 

En los anteriores comicios, Pedro Sánchez abanderaba como suyas las causas de dos mujeres, Juana y Valeria. Dos víctimas de los recortes del PP a las que cambiaba de residencia y ocupación según el día y el lugar de mitin. Eso sí, por mucho cambio que Juana y Valeria sufrieran en sus vidas, había algo que permanecía en el tiempo. Pedro Sánchez. El líder de los socialistas las llevaba con él en todos y cada uno de los puntos geográficos en los que cayera la caravana socialista. En las anteriores elecciones, los periodistas le pillaron el truco. Pero parece que el equipo de Sánchez no aprendió. Dani Mateo y El Intermedio han sido los que han hecho saltar la liebre en esta ocasión.

Porque en el poco camino que llevamos recorrido de esta campaña, Pedro Sánchez ha vuelto a caer. Ha decidido aparcar a Juana y Valeria, pero en esta ocasión se ha llevado a una pareja de «unos sesenta años». En tan solo una semana, el secretario general del PSOE ha repetido la misma anécdota en más de cinco o seis lugares diferentes: «Fui con mi mujer a votar el 20D y al salir se me acercó una pareja de unos 60 años de edad y ella me confesó que me votaría a mí, mientras que su marido comentó que votaría a los que me harían a mí presidente del Gobierno. Pues bien, yo le digo a él que el cambio no tiene intermediarios».

A esta pareja, Pedro Sánchez ha querido sumar también su otra ofuscación. La educación se ha convertido en el tema central de los mítines de los socialistas. Hasta tal punto, que el discurso incluye siempre los mismos ejemplos. Es más, las bromas, los símiles e incluso las coletillas que acompañan a la charla de Sánchez sobre el sistema educativo se repiten una y otra vez.