La decisión del comité federal abre la puerta a que Rajoy sea investido el fin de semana
24 oct 2016 . Actualizado a las 13:14 h.El PSOE se abstendrá para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Y lo hará sin exigir nada a cambio. Diez meses después de las elecciones del 20 de diciembre, el comité federal socialista aprobó ayer esa histórica decisión por una mayoría de 139 votos frente a 96 en contra. El texto acordado afirma que los socialistas se inclinarán por el no en la primera votación para reflejar así su «rechazo frontal a las políticas del PP», pero se abstendrán en la segunda «para desbloquear la excepcional situación institucional que sufre el país», facilitando la formación de Gobierno. La propuesta, presentada por la eurodiputada Elena Valenciano, salió adelante después de un debate vivo, pero calmado, que nada tuvo que ver con el protagonizado en el pasado comité federal. La diferencia registrada en votos casi duplica la que se produjo en aquella cita, que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez.
El presidente de la gestora, Javier Fernández, afirmó que el mandato de abstenerse aprobado por el comité federal afecta a todos los diputados del Congreso y así se lo trasladará a la dirección del grupo parlamentario, lo que excluye la posibilidad de que solo lo hagan los once necesarios para que Rajoy sea investido mientras el resto mantiene el no. «Hay algo imperativo», dijo sobre lo aprobado. El socialista vasco Txarli Prieto presentó una propuesta alternativa en la que se defendía el no a Rajoy, pero, una vez aprobada la primera, no llegó a someterse a votación. Antes de la decisión final hubo hasta 54 turnos de palabra, la mayoría de los cuales fueron para defender la opción del voto en contra de Rajoy, que finalmente fue derrotada. Destacados dirigentes críticos con el ex secretario general Pedro Sánchez, como el castellanomanchego Emiliano García Page o el valenciano Ximo Puig, ambos dependientes de Podemos en sus territorios, eludieron tomar la palabra para defender la abstención, aunque acabaron votando a favor de ella. Sí intervino la andaluza Susana Díaz, principal impulsora del giro que acabó con el liderazgo de Pedro Sánchez y que, aunque no llegó a postular la abstención, palabra que no pronunció, llamó a «preservar la unidad» en el PSOE «para mantener un partido mayoritario». Afirmó que «todos los caminos son malos», pero en situaciones difíciles es necesario elegir «entre una decisión mala y otra peor». «Si fuera por otros estaríamos repitiendo elecciones por cuarta y quinta vez hasta que se demostrara que este sistema, esta democracia que ellos consideran un candado, no sirve», señaló en alusión a Podemos.
Sánchez insinúa su regreso
Entre quienes defendieron el no a Rajoy estuvo el exministro José Borrell, que hasta hace poco apoyaba la abstención con contrapartidas. Según explicó, su cambio de posición se debe a la negativa de la gestora a consultar a la militancia. A la salida, Borrell apeló a la posibilidad, recogida en los estatutos, de que los diputados rompan la disciplina de voto acogiéndose a la «libertad de conciencia», algo que también defendió José Antonio Pérez Tapias, quien fue candidato a las pasadas elecciones primarias.
Como estaba previsto, no asistió Pedro Sánchez, quien, sin embargo, una vez aprobada la abstención, publicó un mensaje en Twitter en el que insinuaba su posible candidatura a las primarias del partido. «Pronto llegará el momento en que la militancia recupere y reconstruya su PSOE. Un PSOE autónomo, alejado del PP, donde la base decida. Fuerza», señalaba en su mensaje el ex secretario general.