Los redactores de la ponencia marco del PSOE renuncian por discrepancias con Pedro Sánchez

ramón gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Chema Moya | efe

La gestora entrega al secretario general el control del partido

30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dos responsables de la ponencia marco para el congreso federal del PSOE del 17 y 18 de junio renunciaron ayer a defender su texto. Eduardo Madina y José Carlos Díez, ambos identificados con la derrotada candidatura de Susana Díaz en las primarias, se sienten víctimas de lo que consideran, según fuentes cercanas a los dos, una vendetta de Pedro Sánchez, quien, a su entender, pretende desnaturalizar su trabajo de meses a través de las 84 enmiendas que ha anunciado.

Tras el claro triunfo de Sánchez, la resignada aceptación de la derrota por la presidenta andaluza y los acuerdos para la elección de delegados al congreso parecía que en el PSOE se instalaba cierta paz. Pero ayer surgió el primer chispazo con la renuncia de Madina y Díez, acompañada de duras palabras hacia las intenciones del reelegido secretario general. Consideran que busca «la demolición» de su ponencia marco.

Ambos comunicaron su decisión al equipo de Sánchez la semana pasada, aunque no trascendió hasta ayer. «Tiene poco sentido -explicó Madina- defender el despiece y los despojos» de un documento trabajado durante cuatro meses. Díez, por su parte, se aparta porque no comparte el sesgo izquierdista de las enmiendas de Sánchez con la supresión de las alusiones al centro para exponer un mensaje dirigido «solo a los votantes de izquierda». Ambos se habían mostrado entusiastas defensores de la candidatura de Susana Díaz.

El equipo de Sánchez presentó el pasado jueves un documento con 84 enmiendas que, básicamente, recoge el programa con el que concurrió a las primarias y que fue redactado por el economista Manuel Escudero y el sociólogo José Félix Tezanos. Entre los cambios que plantean están el reconocimiento de la «plurinacionalidad» de España, la supresión de la categoría de «adversario político» en el caso de Podemos, y la admisión de que fue «un error» «la abstención en la investidura de Mariano Rajoy. Tres cuestiones que van en sentido contrario de lo que se decía en la ponencia de Madina y Díez.

El portavoz interino de los socialistas en el Congreso, José Luis Ábalos, circunscribió la dimisión al terreno de «lo personal», pero no se mostró sorprendido por la decisión de Madina y Díez. Es comprensible, apuntó, que «no se sientan legitimados» para seguir con la tarea encomendada por la dirección provisional porque la derrota de Susana Díaz llevaba «implícito» el rechazo a la ponencia y sus planteamientos.

Postura sobre la moción

El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, entregó ayer a Pedro Sánchez el control del partido y dejó en sus manos la toma de las decisiones. La primera, la posición ante la moción de censura de Podemos contra Mariano Rajoy del 13 de junio. La gestora guarda silencio porque la posición «final» será la que resuelva el reelegido secretario general. Al parecer, Fernández, otro susanista, que tardó ocho días en reunirse con Sánchez desde las primarias, no le ha dado «ni su opinión ni su criterio». De momento, Sánchez no ha hecho pública su postura, y hay quien dice que es partidario de la abstención y hay quien dice que quiere votar no. Una de las más estrechas colaboradoras, la asturiana Adriana Lastra resume así el sentir del grupo: «Rajoy es censurable, pero Iglesias no es presidenciable».