Cifuentes dice que era ajena a las cuentas de las campañas electorales

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

FERNANDO ALVARADO | efe

Afirma que «jamás» se ocupó de la financiación del PP y apunta a la dirección nacional por no vigilar a Granados y González

21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cristina Cifuentes no está dispuesta a admitir la menor responsabilidad económica sobre las campañas electorales del PP madrileño supuestamente financiadas con dinero negro procedente de empresarios afines, las autonómicas del 2007 y el 2011 y las generales del 2008. Ante la comisión parlamentaria que investiga la supuesta financiación irregular del PP, la presidenta de la Comunidad de Madrid lo negó todo. Cifuentes, con casi 40 años en la militancia y en cargos de responsabilidad en los populares madrileños, se esmeró en presentarse como una absoluta ignorante de los entresijos económicos hasta que fue nombrada en marzo del 2017 presidenta del PP madrileño.

Cifuentes se convirtió ayer en la primera política en activo de la formación de Mariano Rajoy en pasar por la comisión de investigación. Fue citada en la Cámara Baja después de que el que fue secretario general del PP madrileño entre el 2004 y el 2011, Francisco Granados, declarara en sede judicial (en el marco del caso Púnica) que ella sabía que las campañas municipales y autonómicas del 2007 y el 2011 (que coordinaron los imputados Granados e Ignacio González) se financiaron con dinero de empresarios amigos, y que Cifuentes, quien entonces mantenía una relación con González, estaba en el «núcleo duro» de las decisiones para financiar al PP de forma irregular.

La presidenta de Madrid, que ya se querelló contra Granados por aquellas declaraciones que ayer la llevaron al Congreso, afirmó que, pese a estar en la campaña de los comicios del 2007 y el 2008, era solo una suerte de «animadora». Adujo ante los diputados que solo se dedicaba a llevar a militantes para «rellenar mítines». «Jamás, jamás y jamás tuve alguna relación con la administración o gestión, solo con movilización. Ignoro por completo quiénes eran los donantes», se defendió la heredera de Esperanza Aguirre e Ignacio González.

La parte más espinosa para la presidenta madrileña fue su supuesta inacción como presidenta del comité de garantías del PP madrileño cuando saltaron las primeras denuncias sobre las actividades de Granados y González. En ambos casos se escudó en que la supervisión (y rendición de cuentas) de los dos dirigentes era una cuestión de la dirección nacional y no del PP madrileño.

La declaración de Cifuentes le dio la oportunidad para atacar sin piedad a Granados. Lo acusó de «vengativo», «presunto delincuente», «falsario» y «machista», entre otras cosas.