
El reglamento y la doble vuelta tampoco facilitan la participación de los afiliados
27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Un total de 66.384 afiliados del PP tienen en sus manos el futuro del partido. A falta de la confirmación oficial, que no se producirá hasta mañana, tan solo un 7,63 % de los 869.535 afiliados que forman parte del censo han decidido preinscribirse para poder acercarse el próximo 5 de julio a una de las sedes del partido y pronunciarse con sus papeletas acerca de las dos cuestiones que se eligen en esta primera votación. Por un lado, una urna en la que los dos candidatos con mayor número de apoyos pasarán a la final. En otra urna, a los compromisarios que acudirán el próximo 20 y 21 de julio a Madrid para elegir al sucesor de Rajoy al frente de la histórica formación de centroderecha.
Con todas las particularidades de este proceso a doble vuelta que no convence a casi nadie y que desalienta a los afiliados a que participen, el dato es descorazonador. No obstante, los dirigentes del partido tratan de poner buena cara al mal tiempo. Como el portavoz parlamentario del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, que bromeó ayer tras la Junta de Portavoces del Congreso: «Si me hubiera presentado yo, hubieran participado más», comentó. Lo cierto es que Hernando le restó importancia a los datos, que trató de justificar con una explicación peregrina: «Me da igual la participación. El PP tiene un partido unido y sus militantes no están soliviantados en esta situación. La tranquilidad es total y absoluta», dijo, recordando que en el PSOE o en Podemos las bases acabaron divididas tras sus respectivos procesos de primarias.
El coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maíllo, coincidió con su compañero en que el PP no se partirá en dos durante la campaña. Considera que hasta el momento está impartiendo una «auténtica lección de democracia interna», y pronostica que la batalla seguirá siendo de guante blanco, apuntando al compromiso que tienen los principales candidatos con las siglas del partido.
Guante blanco
Lo cierto es que hasta el momento las aguas bajan relativamente tranquilas. A pesar de la más que evidente rivalidad entre dos de las grandes favoritas a suceder a Rajoy, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, sus afines y simpatizantes están manteniendo un duelo de perfil bajo; al menos, de cara al exterior. Tanto es así que hasta las dos han deslizado que podrían integrarse en las listas de la ganadora. La primera en tender su mano fue María Dolores de Cospedal, que se presenta a este proceso como la guardiana de las viejas esencias del partido y, en aras de velar por esa cohesión interna, apostó por pactar una candidatura de unidad entre los dos finalistas con más apoyos en la primera votación. Ayer le respondió Sáenz de Santamaría, que apuntó que no tendría «ningún problema» en fusionarse a una candidatura de unidad junto a la exministra de Defensa: «Para mí integrar siempre es la mejor opción», consideró ayer en un acto de campaña en Palma en unas palabras que sorprendieron, dada la gran rivalidad que mantienen desde hace años. El tercer favorito, Pablo Casado, prefirió no manifestarse por el momento, limitándose a decir que él se había presentado para ganar.
Los seis candidatos que se mantienen en la carrera continúan haciendo kilómetros por España. Mientras la exvicepresidenta visitó Baleares, Cospedal se decantó por el sur, en donde atendió una cargada agenda repartida entre Granada, Estepona (Málaga) y Ceuta. Casado visitó La Rioja, comunidad que presenta un mayor porcentaje de inscritos, en donde se mostró partidario a alargar el plazo para que puedan ponerse al día con las cuotas un mayor número de afiliados y seguir fomentando la participación.
Feijoo anima a todos los aspirantes a hacer campaña y a «patear las sedes»
El presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, animó ayer a los candidatos a presidir el PP a que «pateen las sedes» y presenten «un proyecto ilusionante para recuperar el voto que el partido tenía en el 2012, que es de una mayoría de centro reformista». Ahora estamos en campaña y es prudente, por quienes tenemos una responsabilidad, que seamos respetuosos con ella y dejemos a los candidatos presentar su programa», afirmó. El presidente de la Xunta, que estuvo con todos los candidatos que hasta ahora han visitado Galicia para hacer campaña, no se salió ni una línea del guion para mostrar sus preferencias. Incidió en que ahora corresponde a los candidatos «patear las sedes, visitar a los afiliados y presentar su programa» para que, después, los militantes «ejerzan su voto con libertad y responsabilidad». «Decir cualquier otra cosa -recordó- sería una falta de respeto a los aspirantes», recalcó Núñez Feijoo, quien volvió a insistir en que «ahora es el momento de los militantes y luego será el de los compromisarios», con lo que espera que en la segunda vuelta del proceso, de la que saldrá el presidente del PP, «el partido acierte». Feijoo hizo estas manifestaciones a preguntas de los periodistas, durante un encuentro informativo con motivo de la reunión en Logroño del Comité de las Regiones, un encuentro donde estuvo acompañado por los presidentes autonómicos de La Rioja, el popular José Ignacio Ceniceros; y de Aragón, el socialista Javier Lambán.