Villarejo dice que sus superiores políticos aplaudieron sus heterodoxos métodos

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El excomisario José Villarejo pedirá declarar ante el nuevo juez del caso Tándem
El excomisario José Villarejo pedirá declarar ante el nuevo juez del caso Tándem

Intenta repartir culpas entre PP y PSOE, y tratar de desmarcarse de las filtraciones atribuyéndolas a una guerra entre partidos

01 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

José Villarejo utiliza «procedimientos heterodoxos» para «obtener, procesar, analizar y explotar información de interés judicial-policial». No es ninguna acusación, es la definición que hace el excomisario de su forma de trabajar y que viene recogida en un comunicado firmado por su abogado, Antonio José García. También señala que sus operaciones, además de «consentidas y aprobadas» por sus mandos, eran «aplaudidas y premiadas por todos sus superiores operativos y políticos», es decir tanto de Gobierno del Partido Popular como del PSOE, ya que en su dilatada carrera profesional trabajó para unos y para otros.

El exmando policial dice que cuando salga en libertad «detallará», sin poner en riesgo «fuentes y métodos», en qué operaciones ha trabajado y cómo lo ha hecho. Pero ahora lo que le preocupa, dice, son las filtraciones de las grabaciones de conversaciones suyas con diferentes protagonistas de la vida pública, en esta ocasión la exsecretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y su marido, Ignacio López del Hierro.

Sostiene el policía jubilado que esas informaciones «ininterrumpidas y sesgadas» perturban el procedimiento judicial en el que está acusado y «coinciden» con los momentos en que «se evalúa la concesión de libertad». Villarejo ve «sospechoso» que las grabaciones que salen a la luz se refieran a «actividades privadas irrelevantes desde el punto de vista penal», pero con una «clara intencionalidad de atacar a contrincantes políticos».

La policía se hizo con los archivos del excomisario en los allanamientos del 3 y 4 de noviembre del año pasado a su despacho profesional y en su domicilio. En total, se calcula que hay más de 20 terabytes de información, pero Villarejo no facilita el trabajo a quienes lo investigan y se ha negado sistemáticamente a dar los expertos la contraseña para desencriptar los discos duros. Las fuerzas de seguridad aún están lejos de acceder al contenido de todos los archivos grabados durante dos décadas con un minúsculo micrófono espía que utilizaba para grabar todas las conversaciones.

«Temerario»

Villarejo considera en el comunicado que es «temerario» que con estas filtraciones en algún momento se deje al descubierto «la seguridad de informadores, procedimientos o infraestructuras que deberían mantenerse en secreto» so pena de «causar un daño irreparable al interés nacional». En la nota se recuerda que el excomisario recomendó desde un primer momento que todo el material intervenido fuera enviado al CNI para que se protegiera la información sensible para la seguridad del Estado.

Se queja, asimismo, de que los responsables de la custodia, la Audiencia Nacional y la policía no actúen de forma adecuada y no preserven el secreto del sumario en su causa por «interés político y por otras razones que se antojan inconfesables».