Elecciones decisivas para la política nacional

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pilar Caniboca

Sánchez decidirá si adelanta las generales en función del resultado del PSOE y Casado pone en juego su liderazgo en el PP

02 dic 2018 . Actualizado a las 21:24 h.

Los andaluces deciden hoy si dan al PSOE la mayoría suficiente para seguir gobernando la Junta como lo ha hecho durante los últimos cuarenta años o si abren la puerta a un cambio. Pero estos comicios, los primeros que se celebran tras el triunfo de la moción de censura contra Mariano Rajoy presentada por Pedro Sánchez, servirán también para tomar la temperatura política al país. Del reparto de los 109 escaños del Parlamento autonómico va a depender en buena parte la estabilidad de la legislatura nacional y si los españoles tendremos que acudir en breve o no a votar en unas elecciones generales. Estas son algunas de las principales dudas que empezarán a despejarse a partir de hoy.

¿Conseguirá el PSOE una mayoría suficiente para gobernar Andalucía?

La mayoría de las encuestas atribuyen una notable caída en votos y escaños al PSOE andaluz, pero ningún sondeo pone en cuestión su victoria. Salvo debacle inesperada, pese a perder representación, Susana Díaz podría verse en una tesitura similar a la que se dio tras las elecciones del 2015. Es decir, que, descartado por completo el apoyo del PP, necesitará pactar con Ciudadanos o con Adelante Andalucía. Si el PSOE consigue más escaños que la suma del PP, Ciudadanos y Vox, le bastaría la abstención de Adelante Andalucía para ser investida. Pero la situación se le complica en esta ocasión, porque la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas hace difícil que nadie quiera retratarse como su muleta. No habría que descartar que quien pacte con el PSOE exija a cambio la cabeza de Susana Díaz. En ese caso, la investidura se retrasaría durante meses, o incluso podrían tener que repetirse las elecciones andaluzas si no se llega a ningún acuerdo.

¿Qué se juega el PP en estas elecciones?

En los 40 años de historia de la autonomía andaluza, el PP fue el único partido capaz de ganarle unas elecciones al PSOE. Lo hizo en el 2012, aunque la victoria del popular Javier Arenas fue insuficiente para interrumpir la hegemonía socialista en el Gobierno de la Junta. Ocho años después de aquella amarga victoria, un PP inmerso en un profundo proceso de cambio tras la retirada de Mariano Rajoy no solo no aspira a ganar estos comicios, sino que se juega el seguir siendo el partido mayoritario de la derecha española. El PP es sin duda el que más arriesga en estas elecciones. Su caída en votos y escaños está descontada, pero si el fracaso llega al punto de verse superado por Ciudadanos, el liderazgo de Pablo Casado quedaría seriamente tocado y el PP podría entrar en una crisis de consecuencias imprevisibles. Muchos dirigentes territoriales cuestionan el escoramiento hacia la derecha que ha impuesto Casado, y con un mal resultado podrían tratar de pasarle factura. Las expectativas del PP son pésimas, pero precisamente por ello el solo hecho de quedar por delante de Ciudadanos podría bastarle a Casado para presentarlo como un triunfo.

¿Qué suponen estas elecciones para Pedro Sánchez?

La paradoja es que si obtiene un buen resultado, o si simplemente consigue gobernar, Susana Díaz, la gran enemiga de Pedro Sánchez, podría convertirse en su salvadora. Aunque su participación en esta campaña ha sido irrelevante, Sánchez presentaría esa victoria como un aval a su Gobierno. Pero en caso de fracaso de Díaz, la idea del líder del PSOE es desligarse de ese resultado. Eso sí, un retroceso socialista notable en Andalucía convencería a Sánchez de que no le conviene en absoluto adelantar las generales a marzo y ni siquiera hacerlas coincidir con las municipales de mayo, por lo que optaría por alargar al máximo la legislatura, incluso sin Presupuestos, para tratar de rearmarse.

¿Consolidarán estos comicios a Ciudadanos como alternativa de Gobierno en España?

Los comicios de Andalucía son una prueba de vital importancia para demostrar si Ciudadanos se consolida como una alternativa real de Gobierno en España o si continúa en el papel de partido bisagra que pone y quita presidentes. Su buen resultado en las elecciones generales del 2015 se vio erosionado por el fracaso de su pacto de investidura con Pedro Sánchez. Y, tras perder algo de representación en el Congreso en el 2016, su apoyo a la investidura de Rajoy también acabó mal. Su triunfo en las elecciones catalanas dejó muy tocado al PP y elevó enormemente sus expectativas en clave nacional, pero no ha servido para frenar el desafío independentista. Ahora, el reto de Albert Rivera es quedar por delante del PP en las andaluzas para presentarse ya como el primer partido de centroderecha a nivel nacional. De no lograrlo, su progresión se vería frenada y el PP podría ver abierta la puerta a su recuperación.

¿Facilitará Podemos la investidura de Díaz?

La líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, exigirá la cabeza de Susana Díaz si su voto es imprescindible para que gobierne el PSOE. Tras el fracaso en su intento de que los partidos independentistas catalanes apoyen los Presupuestos, Pablo Iglesias lleva tiempo marcando distancias con el PSOE y exigiendo un adelanto electoral si no hay cuentas públicas. Pero con los comicios municipales y autonómicos a la vista, Iglesias tendría complicado justificar que su partido no facilite un Gobierno de izquierda en Andalucía. Su problema es que Teresa Rodríguez tomará su decisión sin contar con las directrices de la dirección nacional, con la que mantiene un abierto enfrentamiento.

¿Qué significaría la entrada de Vox en el Parlamento andaluz?

La política española ha sido desde hace décadas una excepción en Europa por la ausencia de representación parlamentaria de partidos de extrema derecha. Tras el hundimiento de UCD, el PP logró aglutinar todo el voto a la derecha del PSOE, excepto en Cataluña y el País Vasco. Si un partido como Vox, con nexos comunes con el lepenismo de Francia y con fuerzas de la derecha radical en el norte de Europa, logra representación en el Parlamento andaluz, ello indicaría que su mensaje populista, alentado por el desafío independentista en Cataluña, empieza a calar, lo que podría llevarle a obtener una representación en el Congreso en las generales aún mayor que la que pueda conseguir en Andalucía.