Carmen Calvo destaca que el barco de la ONG española no tiene autorización de Fomento para realizar labores de rescate
21 ago 2019 . Actualizado a las 15:35 h.La crisis migratoria concluyó este martes con el desembarco del casi centenar de migrantes que permanecían a bordo del Open Arms en Lampedusa. No obstante, la tensión entre el Gobierno y la ONG española, lejos de rebajarse, se mantiene al alza. Carmen Calvo destacó este miércoles que el buque de la organización humanitaria no tiene permiso de Fomento para realizar labores de rescate y advirtió que su actuación en el Mediterráneo central podría acarrearle una multa de hasta 900.000 euros.
«Esto es un Estado de derecho. Todo el mundo sabe lo que puede hacer y lo que no», avisó la vicepresidenta en la cadena Ser. Según detalló la número dos del Ejecutivo, el Open Arms tiene una autorización para realizar labores de ayuda humanitaria, pero no para rescatar a personas. «Lo sabe el capitán del barco y se lo recordó el ministro José Luis Abalos, del que depende Marina Mercante».
Es un argumento que, no obstante, puede chocar con la ley internacional del mar que obliga a prestar ayuda a los náufragos y trasladarlos después a un puerto seguro. Esto es, en la práctica, lo que hizo el buque español. El Open Arms recibió en abril luz verde para levar anclas del puerto de Barcelona, donde llevaba tres meses inmovilizado, pero solo para transportar material humanitario a las islas griegas de Samos y Lesbos. Tenía prohibido acercarse a Libia para rescatar migrantes, pero aún así se dirigió a la zona.
La amenaza de una multa millonaria a la que difícilmente podría hacer frente la organización humanitaria es el enésimo capitulo de una larga serie de desencuentros entre el Gobierno y la ONG. El Open Arms ha acusado al Ejecutivo poco menos que de abandono, mientras que Madrid mantiene que desde el primer momento trató de buscar una solución europea a la crisis, después ofreció sus puertos para acoger el barco y, por último, envió el martes un navío de la Armada para trasladar a los migrantes a Baleares en condiciones seguras.
Reacciones de PP, Ciudadanos y Vox
PP y Ciudadanos ya han presentado una petición de comparecencia conjunta en el Congreso para que el presidente del Gobierno ofrezca explicaciones sobre «los bandazos» del Gobierno en materia de migración. El líder de los populares, Pablo Casado, advirtió al jefe del Ejecutivo de que enviar a un buque de la Armada -en es este caso el Audaz- para recibir a una embarcación que ha recibido migrantes envía el mensaje a las mafias de que pueden ahorrar en peores embarcaciones.
Vox fue un paso más allá. Santiago Abascal, declarado admirador de Matteo Salvini, anunció que su partido denunciará a la ONG española ante los tribunales por un delito de «colaboración de tráfico de personas». Abascal reclama la detención del capitán del Open Arms y la inmovilización del buque.
«Open Arms no rescata a náufragos. Si lo hiciera los llevaría al puerto más cercano al lugar del recate. Lo que hace es utilizarlos como herramienta de extorsión contra los países que optan por la defensa de su soberanía», denunció el líder de Vox en Twitter, quien cargó además contra «la propaganda falsa de las falsas ONG que solo funcionan como plataformas de la extrema izquierda».