Cruce de misivas: de la petición de reunión de Rivera a Sánchez al «estimado Albert»
ESPAÑA
En la época del WhatsApp y Telegram, y cuando el tiempo para que muera la legislatura apremia, Ciudadanos y PSOE han decidido que la mejor forma para comunicarse es a la vieja usanza: a través de un carta. Se trata solo de una prueba, una más, pero irrefutable, de la teatralización que ha empapado por completo las negociaciones de cara al proceso de investidura.
El líder de Cs, Albert Rivera, envió una carta a Ferraz solicitando una reunión con su secretario general en la que plasmaba sus tres condiciones para abstenerse en una hipotética votación. Sánchez respondió por el mismo método. Una misiva mecanografiada difundida a bombo y platillo por el aparato de comunicación socialista en la que se apreciaba un tachón en el encabezado. El presidente del Gobierno en funciones cogió el bolígrafo para cambiar el «Señor Rivera» inicial por una fórmula mucho más cercana y cariñosa: «Estimado Albert».
Pero tras estas formas suaves se esconden unas grandes diferencias ideológicas y hasta personales que han imposibilitado no solo un acuerdo, sino hasta un acercamiento.
El líder de Cs manifestó tras su despacho con Felipe VI que «aún hay tiempo material» si Sánchez «rectifica» y apoya la vía «constitucionalista». Dejaba la puerta abierta a un milagro a pesar de que señaló al presidente del Gobierno en funciones como el gran y casi único responsable de una repetición electoral que ya dio casi por hecha «porque es un candidato incapaz de llegar a acuerdos, incapaz de poner este país en marcha», aventurándose a decir que le tocará pagarlo en las urnas, porque «no está a la altura de un candidato a la presidencia del Gobierno».
Casado: «Lo ha conseguido»
El presidente del PP, Pablo Casado, se pronunció de una forma similar, apelando a la buena memoria de los españoles. «Espero que no le salga gratis», exclamó, deslizando que en realidad Sánchez nunca ha pretendido formar Gobierno», ya que lo que deseaba desde un principio era la repetición electoral. «Parece que lo ha conseguido», aseguró. «Es el único culpable y espero que no le salga gratis», zanjó.