Los radicales vuelven a sembrar el caos en Barcelona con hogueras y barricadas

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Uno de los manifestantes, con el rostro oculto bajo una máscara, ante una de las barricadas en llamas
Uno de los manifestantes, con el rostro oculto bajo una máscara, ante una de las barricadas en llamas DAVID ZORRAKINO | EUROPA PRESS

Los violentos quemaron coches y lanzaron piedras y botes con ácido a los Mossos

16 oct 2019 . Actualizado a las 23:13 h.

Las movilizaciones de los sectores más radicales del independentismo contra la sentencia del Supremo, que la madrugada del martes al miércoles convirtieron el centro de Barcelona en un campo de batalla, continuaron este miércoles con actos violentos, barricadas, cortes de tráfico y sabotajes.

La cita más concurrida fue la protesta convocada por los CDR en Barcelona «contra la represión y la violencia policial». La concentración terminó a las puertas del departamento de Interior, donde los manifestantes lanzaron rollos de papel higiénico y exigieron la dimisión del consejero Miquel Buch. En este punto, donde según la Guardia Urbana se reunieron 22.000 personas, surgieron los primeros incidentes, cuando los Mossos y la Policía Nacional tuvieron que cargar para proteger el perímetro de seguridad en torno a la consejería. Los violentos se parapetaron detrás de barricadas formadas con contenedores y lanzaron petardos, piedras y botes con ácido a los agentes, que se defendieron con sucesivas cargas y pelotas de goma y foam. Como ya había ocurrido la noche anterior, los enfrentamientos entre grupos de extremistas y agentes se extendieron por las calles del centro urbano, donde los manifestantes prendieron fuego a decenas de barricadas. Las llamas se propagaron al menos a una decena de vehículos.

Como consecuencia del lanzamiento de objetos contra la policía resultó herido un cámara de Telemadrid que estaba trabajando en la zona de los disturbios.

Los elementos más radicales de la protesta -encapuchados y ocultos bajo máscaras- incluso intentaron utilizar un camión como ariete para romper el vallado de seguridad que rodeaba el departamento de Interior, maniobra que fue frustrada por los agentes que custodiaban el recinto.

Algo más pacíficas fueron las llamadas Marchas por la Libertad. Organizadas por la ANC y Òmnium, también arrancaron este miércoles, con miles de participantes repartidos en cinco columnas que llegarán mañana a Barcelona y que, a su paso, cortaron seis carreteras y sembraron el caos en arterias como la autopista AP-7 o la autovía A-2

Dos arrestados

Los violentos también quisieron boicotear el acto organizado por Ciudadanos en Barcelona, que contaba con la presencia de Albert Rivera. Unos cien radicales bloquearon la calle donde se estaba celebrando y, al final del mismo, intentaron impedir la salida de los vehículos de Rivera y otros representantes de Cs. Los Mossos d’Esquadra tuvieron que intervenir y, en el choque entre manifestantes y agentes, dos policías resultaron heridos. Dos de estos radicales fueron arrestados por los Mossos.

Uno de los episodios de mayor gravedad se registró en la vía férrea del AVE en Girona. El sabotaje de la línea de fibra óptica obligó a suspender la conexión de alta velocidad con esta ciudad durante cinco horas. El servicio ferroviario de Cercanías también se vio afectado por diversos cortes de vías a causa de las protestas, que en Barcelona se reprodujeron en varias estaciones de Metro del centro urbano.

También se inició ayer la huelga de tres días convocada por el sindicato de estudiantes SPEC, que llamó a la movilización a los alumnos universitarios y de los centros de secundaria. Aunque desde el SPEC se aseguró que la participación fue del 75 %, desde la Consejería de Educación calificaron de «desigual» el seguimiento de la misma. En la Universidad Autónoma de Barcelona, los estudiantes realizaron una sentada a las puertas del rectorado, que ordenó la suspensión de todas las actividades académicas.