El PP reorienta su estrategia para no entregar a Vox la iniciativa de la oposición y articular su alternativa al PSOE

Nuria Vega MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El presidente del PP, Pablo Casado, junto a la portavoz conservadora en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo
El presidente del PP, Pablo Casado, junto a la portavoz conservadora en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo Eduardo Parra

Pablo Casado se dirigirá este lunes a los miembros de los grupos populares en el Congreso y el Senado

01 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Compleja la formación de Gobierno para el PSOE y compleja la tarea de oposición para el PP. Nunca hasta ahora habían afrontado los populares este desempeño con tanta competencia en la derecha. Si bien las elecciones colocaron a Ciudadanos en sus horas más bajas, ahora es el ascenso de Vox hasta los 52 diputados lo que obliga al partido de Pablo Casado a reflexionar sobre su estrategia para no cometer errores que abonen el terreno de Santiago Abascal y entorpezcan su objetivo de erigirse en alternativa.

Y el partido ha comenzado a engrasar su maquinaria. Este mismo lunes, a 24 horas de que se constituyan las Cortes, el líder del Partido Popular se dirigirá a sus grupos parlamentarios en una reunión conjunta convocada en el Congreso para desvelar el nombre de los candidatos del partido a los máximos órganos de gobierno de la Cámara Baja y el Senado.

Los populares asisten a este inicio de la legislatura con la percepción de que, si Pedro Sánchez logra superar la investidura y constituir el Ejecutivo de coalición con Podemos, el mandato podría no prologarse más allá de los dos años, en el más optimista de los escenarios. Un elemento que, aseguran fuentes conservadoras, les aconseja tomar la iniciativa desde el primer momento y no dejar espacios que puedan aprovechar sus competidores. 

Capacidad para anticiparse

El PP ya envió la semana pasada un escrito a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en el que solicitaba garantizar que el martes los diputados se ajusten a las fórmulas oficiales de juramento o promesa de la Constitución para adquirir la condición plena de parlamentarios. Y algunas fuentes populares han deducido del movimiento un intento de anticiparse, con un discurso propio, a lo que pueda ocurrir en el hemiciclo.

Este es el camino que defienden cargos del partido para los próximos meses. Sin necesidad de participar en la «política espectáculo», sin «histrionismo», advierten, y desplegando iniciativas en todos los ámbitos que muestren el «músculo» del PP. Un rasgo que creen les puede diferenciar de Vox. Los cargos consultados confían en que sea posible y que se resista la tentación de entrar «en el terreno de la extrema derecha» y radicalizar el discurso. En el partido, son conscientes de que Vox podría intentar dejar en evidencia las contradicciones internas del PP y poner en apuros a los populares en el terreno social o el territorial.

Pero tanto dirigentes autonómicos como nacionales coinciden en que el giro a la moderación tuvo su recompensa en las urnas y que, por lo tanto, dejar de transitar ese sendero podría ser un error en el medio plazo. Ahora bien, distanciarse de Abascal, reconocen, y no alimentar su relato «más victimista» les exigirá mantener un complicado equilibrio.