Calvo no garantiza la presentación de los Presupuestos del 2020 por la falta de apoyos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Fernando Alvarado | Efe

La vicepresidenta primera del Gobierno afirma que no se ha sentido cuestionada por Podemos y dice que tiene la absoluta confianza de Sánchez

09 mar 2020 . Actualizado a las 21:36 h.

El Gobierno continúa trabajando en la confección del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con la mente puesta en junio, pero la cercanía de las elecciones catalanas, y el consecuente encarecimiento de la abstención de ERC, temerosos de que su gran rival por el voto independentista utilice este apoyo al Ejecutivo en su contra, ha enfriado las expectativas de Moncloa.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, se vio ayer incapaz de garantizar la presentación de las cuentas en el Congreso antes de este verano al no tener todavía amarrados los apoyos que garanticen su aprobación. La dirigente socialista mostró ayer en una entrevista en RNE sus dudas de que Esquerra «esté ahora en una posición diferente» a la de la votación de investidura, en la que resultó clave para la reelección de Sánchez, pero, consciente de las dificultades en las que se ve inmersa la fuerza de Oriol Junqueras en este clima preelectoral, aprovechó para volver a tender la mano al PP, insistiendo así en la misma estrategia empleada para la investidura. «Ojalá todos entendieran que nuestro país necesita unos Presupuestos. Sería muy bueno para España, independientemente de que el Gobierno lo diga. Los demás también tendrían que entenderlo, incluida la oposición. Particularmente el PP», señaló.

El líder de los populares, Pablo Casado, respondió de inmediato abriéndose a explorar una colaboración para permitir que se dejen de prorrogar los Presupuestos aprobados por Rajoy en el 2018, pero para sentarse a hablar exigió una serie de «condiciones». La fundamental: que el Gobierno se levante de la mesa de diálogo que mantiene con el Ejecutivo catalán en la que busca una salida a la crisis secesionista.

«En los últimos meses hemos planteado la negociación de los Presupuestos con el PSOE que Carmen Calvo reclama al PP. No sé si porque no me ha escuchado veinte veces diciendo que estaríamos dispuestos a negociar los Presupuestos; eso sí, con algunas condiciones por nuestra parte, como que la mesa de partidos por la autodeterminación no siguiera adelante», manifestó. El jefe de la oposición evidenció que la aprobación de unos nuevos Presupuestos es importante para España, pero matizó que todavía lo es más el hecho de que «los independentistas y la extrema izquierda» dejasen de condicionar las decisiones que se toman en Moncloa.

ERC pide aparcar el «postureo»

El presidente del PP no fue el único que reaccionó ayer a las palabras de Calvo. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, recordó a la dos del Ejecutivo que la postura de su partido en una votación de las cuentas dependerá fundamentalmente de los avances que se vayan logrando en la llamada mesa de diálogo, en la que Moncloa deberá demostrar que no se trata de simple «postureo» político. «Que no dé nada por hecho. Se tienen que cumplir unas cuantas premisas», advirtió. «Mientras la vía de negociación esté abierta, Esquerra estará abierta a hablar del resto» de asuntos, puntualizó la independentista.

Nueva reunión el jueves entre PSOE y Podemos para «prevenir» más tensiones

Pedro Sánchez decidió adelantar al pasado viernes la reunión del equipo de seguimiento del pacto de coalición firmado por el PSOE y Podemos en un claro intento de frenar la crisis que asoló al Gobierno en los últimos días. El encuentro, en un principios previsto para el jueves de esta semana, se celebró por sorpresa, y solo trascendió cuando desde el equipo de comunicación de Podemos trasladaron a la prensa una imagen de la cita junto a un mensaje consensuado por las dos fuerzas en el que ambas destacaban la importancia de la ley de libertad sexual, cuyo borrador se acabó convirtiendo en la mecha sobre la que prendió la crisis.

Los dos equipos volverán a verse las caras este jueves, según confirmó ayer la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, evidenciando así que la reunión del viernes en Moncloa, lejos de la normalidad que intentaron transmitir desde Ferraz y Princesa, se celebró en un marco de máxima urgencia para atajar las tensiones. La de pasado mañana será, por tanto, la tercera cita de esta comisión de seguimiento del pacto de Gobierno.

Entre otros, la delegación socialista está integrada por el jefe del gabinete de la Presidencia, Iván Redondo, el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños o la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra. Como es costumbre, al otro lado de la mesa se sentarán Julio Rodríguez, en calidad el jefe de gabinete del vicepresidente del Gobierno, su director de Estrategia y Comunicación, el exdiputado Juanma del Olmo, o el portavoz de UP en la Cámara Baja, Pablo Echenique, entre otros colaboradores cercanos a Pablo Iglesias.

Según remarcó ayer Narbona, estos encuentros tienen como una de sus grandes metas generar «protocolos de carácter preventivo» que eviten tensiones futuras.

Desencuentro en el Congreso

Si nada cambia, este martes experimentarán un nuevo desencuentro en el Congreso, en donde la Mesa resuelve sobre la petición impulsada por Podemos y ERC para crear una comisión de investigación de las cuentas de Juan Carlos I. El PSOE ya advirtió que la tumbará, al entender que la figura del rey emérito es «inviolable».

Medidas para frenar desahucios por alquiler como muestra de unidad del Ejecutivo

El Gobierno busca pasar página a su semana negra con el anuncio de un acuerdo para «poner freno» a los desahucios por impago del alquiler «en zonas tensionadas y relacionados con los grandes tenedores de vivienda que se dedican al mercado inmobiliario». Asimismo, impulsará en el Consejo de Ministros una ampliación de cuatro años de la moratoria en los desahucios hipotecarios, una medida a la que a partir de ahora también se podrán acoger «las familias monoparentales con hijos a cargo», tal y como puntualizó Pablo Iglesias en un vídeo difundido en las redes sociales.

Según sostienen fuentes autorizadas de Moncloa, se trata de una medida en la han trabajado «mano a mano» el vicepresidente segundo y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, los dos grandes protagonistas de las fuertes tensiones sufridas unos días atrás por el Ejecutivo de coalición a consecuencia de la tramitación de la ley de libertad sexual y que derivó en un cruce de acusaciones en público y filtraciones interesadas.

Calvo, que el lunes concretó que estas nuevas medidas se aplicarán dentro del marco de la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos, comentó que el pasado jueves, en plena confrontación entre las dos fuerzas que sustentan al Gobierno, Iglesias le trasladó su «preocupación» por los casos de desahucios de las familias que viven de alquiler, por lo que acordaron explorar una colaboración entre sus respectivos departamentos para poner fin a estas prácticas.

Agradecimientos de Iglesias

En aras de reforzar esa imagen de unidad dentro del Gobierno, Pablo Iglesias transmitió su agradecimiento de forma explícita a los dirigentes socialistas con los que ha colaborado en la reforma: «Quiero dar las gracias a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, a la Vicepresidenta Tercera, Nadia Calviño, al ministro Ábalos (responsable de la cartera de la que depende la reforma) y al presidente del Gobierno por su trabajo y por la buena coordinación que hemos sido capaces de desplegar para hacer frente a esta problemática».

El líder de Podemos se refirió también a las tensiones experimentadas la pasada semana en el seno del Ejecutivo, al admitir que «en un Gobierno muchas veces hay tiras y aflojas, hay discusiones», pero que estas «tienen sentido cuando se consiguen medidas que benefician a la gente».