Torra, en el Supremo: la osadía de identificarse con Cataluña y los catalanes

M. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

La fiscala Pilar Fernández Valcarce, durante la vista celebrada para revisar la condena e inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra
La fiscala Pilar Fernández Valcarce, durante la vista celebrada para revisar la condena e inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra EUROPA PRESS

La defensa del presidente insiste que fue libertad de expresión y no desobediencia

18 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de la Generalitat quiere arrastrar a todos los catalanes a un aciago futuro como el suyo. Por eso no deja de pronunciar falacias como que si es condenado, el Estado, y no él, será el culpable de «paralizar» la Administración catalana, cuando él es la única persona que, como presidente, tiene competencias para darle la voz a los electores, a esos que tanto apelaban los suyos cuando querían saber qué opinaban los catalanes sobre la independencia. Así, el secesionismo ha borrado de un plumado el derecho a decidir, a decidir en urnas legalmente. «No seré yo quien en este momento tan crítico para el país lo aboque a una carrera electoral irresponsable que paralizaría la Administración en Cataluña», aseguró ayer. 

«No solo me inhabilitan a mí», dijo, sino a todo un Gobierno, argumentó. Y es que Torra continúa con el paradigma de confundir su persona, la presidencia, Cataluña, los catalanes y su partido. «Es un castigo a un país entero», señaló. «También su defensa echó mano de sofismas como que fue tratado por la Junta Electoral como «minoría nacional», que fue condenado por «tres palabras en una pancarta», que fue un acto político amparado en su libertad de expresión. Nada más lejos de la realidad. Fue condenado por el TSJC por de-so-be-dien-cia, por si todavía alguien no se ha enterado, por no cumplir la orden de retirar un símbolo partidista de un edificio público en período electoral. Otra cosa es que el Supremo lo ratifique o no. Es el argumento que también utilizó ayer Elsa Artadi (JxCat): «Por colgar una pancarta por la libertad de los presos del 1-O en la fachada del Palau». Que no. Que no fue por colgarla. Que fue por no o-be-de-cer a la Junta Electoral la orden de retirarla para cumplir con la neutralidad del espacio público en período electoral. Si quien representa a los ciudadanos no respeta las leyes, qué respeto podrá pedir.