Caso Gürtel: La amenaza de Bárcenas de tirar de la manta si su mujer entra en prisión

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Rosalia Iglesias, mujer de Luis Bárcenas, en una imagen de archivo
Rosalia Iglesias, mujer de Luis Bárcenas, en una imagen de archivo Juan Carlos Hidalgo | Efe

Rosalía Iglesias está condenada a doce años y once meses de cárcel

15 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El fallo del Supremo en el que confirma los doce años y 11 meses de cárcel para Rosalía Iglesias (la Audiencia Nacional la había condenado a quince años) aboca a la mujer de Luis Bárcenas a entrar a la cárcel, un viaje que ya logró esquivar en el verano del 2018 cuando fue condenada en primera instancia. En medios judiciales nadie duda de que la Audiencia Nacional ejecutará, ahora sí, la condena contra Iglesias, activando la posibilidad de que Bárcenas cumpla una vieja amenaza que ya lanzó hace más de una década: si su esposa llegaba a pisar la cárcel él tiraría de la manta y el PP temblaría. 

Cuando en el 2013 Bárcenas fue encarcelado y su mujer estaba en el punto de mira, en el Gobierno estaba Mariano Rajoy y el daño potencial que el extesorero podía infligir al partido era grande, incluso a la estabilidad institucional, sobre todo porque conocía al detalle todas las tripas financieras de aquel PP que estaba en la Moncloa. Durante los nueve años de instrucción del caso Gürtel, la Audiencia Nacional nunca llegó a ordenar el ingreso en prisión preventiva de Iglesias. Además, según avanzaban los años, la relación del partido con su extesorero no volvió a vivir momentos tan tensos como la destrucción de los ordenadores o la lucha judicial sobre su despido.

En la primavera del 2018, Rosalía Iglesias fue condenada a quince años y un mes de cárcel por utilizar, en connivencia con su cónyuge, procedimientos para ocultar sus rentas y las de su esposo, ingresando una parte en cuentas en España y en Suiza simulando haber obtenido ese dinero de las ventas de cuadros. La Audiencia Nacional sorprendentemente no ordenó su ingreso en prisión a pesar de lo grueso de la pena, neutralizando así la amenaza de Bárcenas.

El PP de Casado, insiste hasta la saciedad, nada tiene que ver con las décadas en las que Bárcenas estuvo en la pomada, pero las carambolas judiciales han hecho que pueda tener que sufrir el desgaste. Y no tanto por las novedades que pudiera aportar Bárcenas sino porque este tendrá en breve un altavoz privilegiado: la comisión de investigación abierta en el Congreso sobre la operación Kitchen, el operativo parapolicial montado por el excomisario José Villarejo por orden del PP para espiar a Bárcenas y a su familia. Puede ser una bomba de relojería.