Illa descarta abstenerse para facilitar un Gobierno en minoría de Esquerra

Redacción, La Voz

ESPAÑA

El líder del PSC, Salvador Illa, interpela a Pere Aragonès durante la sesión de control al Ejecutivo catalán en funciones
El líder del PSC, Salvador Illa, interpela a Pere Aragonès durante la sesión de control al Ejecutivo catalán en funciones Enric Fontcuberta | Efe

05 may 2021 . Actualizado a las 08:26 h.

El líder del PSC, Salvador Illa, explicó ayer que no está dispuesto a facilitar un Gobierno de ERC en solitario y, por tanto, descarta la abstención para evitar una repetición de las elecciones en Cataluña si los republicanos no son capaces de cerrar un acuerdo con JxCat antes del 26 de mayo.

«Lo que nosotros decimos es que hay dos mayorías posibles: una independentista, que no está funcionando y no funcionó en el anterior mandato (...), y una de izquierdas, donde la formación que más apoyos obtuvo es la que yo represento», ha argumentado en una entrevista en TV3, recogida por Efe. El dirigente socialista ha reivindicado su derecho a presentarse a un debate de investidura para «intentar» recabar los apoyos necesarios con el fin de ser investido presidente. Argumenta que fue el candidato más votados, con 50.000 votos más que Pere Aragonès (ERC), con quien empató a 33 escaños. Además, también recordó que cuando se designó al líder republicano como candidato a la investidura, solo tenía atados los votos de sus compañeros de partido.

Situación comprometida

El socialista también aprovechó para enviarle un mensaje a Aragonès. Considera que «su situación política» está quedando «comprometida» con cada día que pasa sin acuerdo con JxCat, al tiempo que le expresaba su respeto.

«Me tomo muy en serio que no haya Gobierno en Cataluña, pero yo ya no sé qué pensar (...) Aragonès hizo un ultimátum y dijo que el 1 de mayo tenía que haber Gobierno o se plantearía nuevos escenarios. Y ha fracasado otra vez», dijo. Para el exministro, este tira y afloja público de ERC y JxCat, «que llevan cinco años gobernando juntos», roza el «ridículo» y supone una «tomadura de pelo» a los ciudadanos, sobre todo, en un contexto pandémico en el que es necesario un Gobierno que saque adelante medidas para aplacar la crisis sanitaria, económica y social.