Casado avisa a Sánchez de que no se callará ante la tardía evacuación de Kabul

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Pablo Casado, en El Hierro durante su visita este jueves a un centro de acogida de inmigrantes
Pablo Casado, en El Hierro durante su visita este jueves a un centro de acogida de inmigrantes Gelmert Finol | EFE

Responde así a la acusación de Robles al PP de «falta de sentido de Estado»

27 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas unas horas antes de que se produjeran ayer los dos atentados mortales en el aeropuerto de Kabul, Pablo Casado recuperó el discurso hostil con el Gobierno por haber «llegado tarde y mal» a la evacuación de Afganistán. La airada reacción del líder de la oposición después de días de moderada colaboración fue su respuesta a las críticas de la ministra de Defensa, Margarita Robles, por «la falta de sentido de Estado» del PP en la operación afgana.

Las buenas palabras que se han dispensado los últimos días Gobierno y oposición han sido un espejismo. Pedro Sánchez hizo ayer desde la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata un llamamiento al PP a abandonar la estrategia de «crispación y enfrentamiento» y Casado replicó desde la isla canaria de El Hierro que «el sentido de Estado no es silencio. Así que un respeto a la oposición». El líder del PP volvió al tono ácido que había aparcado y recuperó la acusación al presidente del Gobierno de haber llegado «siete días tarde» a la evacuación de Kabul «porque estaba de vacaciones».

El detonante de las hostilidades fue un comentario del consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, en el que puso en duda la legalidad de la operación de salida en Afganistán porque el Gobierno no había solicitado la autorización previa del Congreso. 

«Ignorancia»

La ministra de Defensa mostró su «estupor y vergüenza ajena» por «la ignorancia» del PP dado que no era necesario ningún permiso porque la evacuación forma parte de la misma misión militar en Afganistán (que ya estaba avalada por el Parlamento) y acusó al principal partido de la oposición de «falta de sentido de Estado». Margarita Robles se quejó de que el PP «en vez de felicitar a los militares españoles, que con riesgo para su vida están sobre el terreno, quieren utilizar políticamente esta actuación» contra el Gobierno.

Para Casado, esa respuesta fue una patada en la boca porque después de haber «apoyado responsablemente» al Gobierno en la evacuación, a pesar de los errores, «todavía se permiten decir lo que tenemos que decir como oposición». La operación, insistió, «se ha hecho sin pasar por el Congreso y por muchas fotos que se hagan, el Gobierno ha llegado tarde y mal».

La Ley de Defensa Nacional, rechazada en su día por el PP, establece que las Cortes deben autorizar las misiones militares en el extranjero, pero no, según el Gobierno, de cada movimiento dentro de la misma.

Casado señaló que lo que debería hacer el Gobierno es «agradecer» a la oposición su apoyo en una operación llevada a cabo «sin información y sin transparencia» y de la que él «se enteró por la prensa». Una actitud, subrayó, diferente a la que tenían los socialistas cuando estaban en la oposición y «nunca» respaldaron las misiones impulsadas por el Gobierno del PP. El PSOE rechazó el envío de tropas a Irak, pero no a Afganistán cuando José María Aznar ordenó en el 2001 el traslado de 450 soldados a ese país.

El presidente pide a la oposición que abandone la crispación y la confrontación 

Pablo Casado insistió ayer en que Pedro Sánchez debe ir al Congreso a dar explicaciones por la salida de Afganistán, y si no que tenga la entereza de decir que «no le da la gana ir». Callar, añadió, es «obediencia debida». Un chaparrón de críticas que dejó en papel mojado el mensaje de Sánchez de abandonar «la crispación y la confrontación». El presidente del Gobierno lanzó ayer el mensaje con la mente puesta en la reforma del sistema de pensiones, aprobada el martes en el Consejo de Ministros y que ahora debe pasar por el Congreso. «Si estamos de acuerdo el Gobierno, y también sindicatos y empresarios, todos los grupos políticos tienen que estar de acuerdo», afirmó.

 Sin apoyo de los socios

El problema para Sánchez es que de momento no tiene asegurada la colaboración de sus socios para aprobar la reforma. Al menos, Esquerra, EH Bildu y el BNG no están por la labor de respaldarla. Por eso busca la inusual complicidad del PP. Pero Casado dio un portazo inmediato a la petición. Explicó que la reforma no garantiza la sostenibilidad del sistema, el argumento contrario al que sostiene el Gobierno. «Es que -afirmó el líder del PP- no se cansa de mentir».

El líder del PP ve contraproducente «acabar con el factor de solidaridad intergeneracional» en un país como España, donde la pensión media ya es más alta que el salario medio.