Ferraz promueve mociones de apoyo a los saharauis en ayuntamientos y parlamentos autonómicos. El presidente norteamericano Joe Biden saluda al jefe del Ejecutivo español tras la cumbre extraordinaria de la OTAN
26 mar 2022 . Actualizado a las 09:06 h.La iniciativa personal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de asumir la propuesta de autonomía para el Sáhara Occidental planteada por Marruecos no solo ha provocado el malestar de los socios de coalición de Unidas Podemos, que no fueron consultados, sino que ha generado también el desconcierto en las propias filas socialistas, algunos de cuyos diputados tienen dificultades para asumir el nuevo planteamiento. El PSOE ha sido históricamente un defensor del derecho de autodeterminación de los saharauis, habitantes de la antigua colonia española.
Hasta ahora, han sido pocas las voces en el partido que han cuestionado públicamente ese giro. Entre ellos están el diputado Odón Elorza, que ya se desmarcó otras veces de la disciplina de partido, como en la votación de los miembros del Tribunal Constitucional pactada entre PSOE y PP y, con menos vehemencia, también la presidenta de Baleares, Francina Armengol.
Para impedir que el debate crezca en el PSOE, la dirección nacional ha enviado un documento a todos los territorios para promover mociones y proposiciones no de ley en ayuntamientos y parlamentos autonómicos en respaldo del Sáhara Occidental. En el texto, se traslada la solidaridad y apoyo al pueblo saharaui. El PSOE se compromete a reforzar la cooperación y la acción humanitaria, e insta a trabajar en la búsqueda de una solución política «aceptable por ambas partes» que se sitúe dentro de las resoluciones de la ONU y que cumpla la legalidad internacional. El mensaje no menciona ni la autodeterminación del pueblo saharaui ni la carta enviada por Sánchez al rey de Marruecos.
Contactos con barones
Paralelamente, la dirección socialista ha emprendido, a través de su secretario de Organización, Santos Cerdán, una labor de comunicación con los líderes regionales para explicarles la nueva posición. La tesis oficial es que no hay en realidad un giro sobre la postura mantenida en los últimos años porque, aunque en la carta de Sánchez se indica que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 es «la base más seria, creíble y realista» para resolver del conflicto, se sigue insistiendo en que lo que se busca es «una solución aceptable en el marco de Naciones Unidas», por lo que no se incumple ninguna de sus resoluciones ni se «abandona» a los saharauis, como explicó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.
En esa labor didáctica participa el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que asegura que lo que defiende Sánchez es lo mismo que él ya planteó en 2008 y que la carta enviada al rey marroquí es solo la confirmación «formal» de aquella posición que, según afirma, fue incluso secundada por Rajoy.
El PP no se cierra a un acuerdo, pero niega que exista esa continuidad entre lo que ahora defiende Sánchez y lo que sostuvo Rajoy respecto al Sáhara. Zapatero nunca llegó a concretar que la propuesta marroquí de autonomía fuera la «más seria, creíble y realista», como la describe ahora Sánchez. A lo más que llegó fue a calificarla como una «buena oportunidad» para reactivar el diálogo entre las partes.
El PNV elevó este viernes la presión sobre el PSOE y se sumó EH Bildu y Podemos para forzar una votación en el Parlamento vasco en la que se insta a reconocer a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Saludo de Biden a Sánchez
Pero, a pocos días de que el secretario de Estado de norteamericano Antony Blinken, visite Marruecos y Argelia, Sánchez logró este viernes un apoyo simbólico con la foto de su saludo con el presidente norteamericano, Joe Biden, en Bruselas, tras la cumbre extraordinaria de la OTAN. Lejos de la imagen del apresurado recorrido por un pasillo en la pasada cita de la Alianza, Biden departió animadamente con Sánchez junto a otros líderes europeos.