El PP de Andalucía busca una victoria histórica ante una izquierda dividida el 19 de junio
ESPAÑA
Los populares son bien valorados incluso por sectores de la izquierda
02 may 2022 . Actualizado a las 09:10 h.Queda un mes y medio para que se celebren las próximas elecciones andaluzas (19 de junio), pero los partidos políticos de la autonomía ya han empezado a mover ficha y evaluar en qué tipo de escenario van a dirigir sus campañas. El Gobierno de Juanma Moreno (PP) y Juan Marín (Cs) ha anticipado los comicios para llegar a tiempo a elaborar unos nuevos presupuestos para el 2023. Los datos que arrojan las encuestas auguran un Gobierno de continuidad, pero con cambios. El PP se situaría con entre 43 y 44 escaños como la primera fuerza política de Andalucía, seguido del PSOE con una horquilla de 30-31 asientos. Vox duplicaría sus 11 parlamentarios al llegar a 22, Unidas Podemos conseguiría 10 y Ciudadanos continuaría su desgaste apurando dos escaños, según el último barómetro realizado por el Centro de Estudios Andaluces el pasado marzo.
La previsible continuidad de Moreno Bonilla como presidente de Andalucía viene auspiciada por varios motivos. En lo que respecta a lo político, el actual mandatario «ha entendido muy bien el clima social de Andalucía y eso se ha traducido en la buena evaluación de sus electores», según explica José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública y Estudios Políticos en la consultora Ipsos. Añade también que «al votante de izquierda no le produce animadversión» la labor de Juanma Moreno al frente de la Junta, lo que hace que «o le evalúen positivamente o simplemente no se opongan a él frontalmente». Todo ello con los peores resultados históricos del Partido Popular. Ahora, las encuestas lo sitúan como primera fuerza y eso, desde la formación conservadora, se ve también como otro logro.
Según el presidente del Colegio de Economistas de Sevilla, Francisco José Tato, el cabeza de partido ha tenido también tres éxitos económicos fundamentales: «Ha desburocratizado Andalucía, ha reducido impuestos para demostrar que se puede recaudar más sin subirlos y ha conseguido estabilidad política». Las inversiones tecnológicas y agrarias durante la pandemia, señala, «han paliado el impacto negativo de las pérdidas en el sector turístico, por lo que se ha aguantado el tirón económico provocado por el covid», señala. Argumenta asimismo que «la apertura de oficinas como la de Google en Málaga y la atracción de tecnológicas para conformar la California del sur de Europa ha hecho que se vea una Andalucía modernizada», imagen que rompe con la tradicional visión agraria que se tenía de la autonomía.
Pactos y efecto Feijoo
El PP se da como ganador y Moreno Bonilla ha reiterado en varias ocasiones que «desea una mayoría suficiente para gobernar en solitario», pero parece una tarea difícil con los números actuales. «Decimos que este Gobierno es de continuidad corregida porque, si antes necesitaban a Ciudadanos para gobernar, ahora previsiblemente necesitarían a Vox», apunta Ferrándiz. Los populares necesitan 11 escaños más de lo que le dan las encuestas para esa mayoría, pero Vox crece once escaños con respecto a los comicios de diciembre del 2018. Ciudadanos, por consiguiente, quedaría relegado a un segundo plano, ya que no tendría un resultado suficiente para formar parte de un Gobierno.
Se espera que Feijoo, al no ser diputado y tener imposibilitada la opción de confrontar con Sánchez en el Congreso de los Diputados, aproveche las elecciones en el sur para sacar músculo. El politólogo catalán y doctor por la Universidad de Oxford, Lluís Orriols, certifica que «viendo como la luna de miel de Feijoo es muy superior a la que se esperaba en cuestiones de liderazgo y valoración, podemos esperar un efecto muy positivo» en los resultados electorales.
La llave de la gobernabilidad la obtendría previsiblemente Vox, que ya anunció esta semana que designaba a Macarena Olona como líder del proyecto verde para las andaluzas y que, tal y como explica Ferrándiz, tiene los electores más fieles y, por tanto, son más difíciles de atraer a otras formaciones: «El que vota a Vox sabe que su voto es útil porque sabe que puede llegar y aspirar a gobernar y hace un control a esa derecha blanda que, en este caso, sería el PP. ¿Qué le ofrece Bonilla a un votante de Vox? Es la pregunta que hay que resolver», aclara al respecto.
Una izquierda sin líderes
El liderazgo de la izquierda se ha visto cuestionado por sus electores. El PSOE perdió en las pasadas andaluzas del 2018 su feudo más tradicional, lo que le ha supuesto un varapalo en las encuestas y revela el descontento de su electorado y la consolidación de un cambio político en la región. Orriols aclara que «el hecho de que se consolidara su papel de oposición en Andalucía ya es un drama en sí mismo», pero que, sin embargo, tiene ciertas ventajas: «El PSOE tiene el espacio de la izquierda roto, tanto a nivel autonómico como nacional. El resto de partidos van a tener que conformarse con gestionar su papel dentro de la oposición».
Ferrándiz comenta que existe un gran problema dentro de la izquierda andaluza, que es el desconocimiento de sus líderes por parte de los ciudadanos: «Juan Espadas solo tiene reputación en Sevilla de donde fue alcalde, pero poco más. El clima social está en su contra, no tienen un proyecto alternativo. La más conocida sigue siendo Teresa Rodríguez, pero también es la que más animadversión provoca entre los votantes de izquierdas. No hay un liderazgo transversal sino circunscrito ante los electores»,
Unidas Podemos, con Juan Antonio Delgado previsiblemente a su cabeza, también caería en resultados pasando de 17 a 10 escaños autonómicos. Orriols indica que «hay una necesidad de redefinirse como espacio, revitalizar proyectos, buscar nuevos líderes. Es una cuestión estructural. De lo contrario, podrían arriesgarse a caer en la irrelevancia», sostiene. Ferrándiz está de acuerdo: «Yolanda Díaz no irá a Andalucía, sabe que iría a un terreno de derrota para su formación».