La cita dura 1 hora y 45 minutos y se produce diez meses después de la última convocatoria, que se celebró en Barcelona
27 jul 2022 . Actualizado a las 20:56 h.Gobierno y Generalitat han vuelto a reunirse este miércoles en la mesa de diálogo, un año después de la última convocatoria de la misma. El encuentro ha comenzado a las 10.00 horas en la sede Ministerio de la Presidencia, situado en el Complejo de La Moncloa y ha terminado 1 horas y 45 minutos después. Se trata de la tercera reunión de la mesa de diálogo, la segunda con Aragonès en el cargo: la primera fue en febrero del 2020 en Madrid con el expresidente Quim Torra, y la segunda tuvo lugar el 15 de septiembre del 2021 en Barcelona.
La delegación del Gobierno ha estado encabezada por el ministro de la Presidencia Félix Bolaños, y ha estado integrada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. Por parte del Govern de la Generalitat han acudido de la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, el consejero de Empresa y trabajo, Roger Torrent, el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena y la consejera de Cultura, Natàlia Garriga. Todos pertenecientes a ERC, uno de los dos socios que forman el Gobierno catalán junto a Junts.
Bolaños ha sido el encargado de comparecer para dar cuenta del análisis del Gobierno. El ministro de Presidencia ha informado de dos acuerdos. El primero para superar la judicialización de la política. Esto es que la actividad política debe llevarse a cabo dentro del ordenamiento vigente y se renuncia a acciones más allá de este. La política, ha añadido Bolaños, debe girar en torno a «grandes acuerdos transversales».
El según acuerdo es para la protección de la lengua catalana, partiendo del reconocimiento de la diversidad lingüística, que supone una riqueza para España. Este acuerdo de protección es extensible al euskera y al gallego.
El ministro de Presidencia ha sacado pecho de lo logrado en los cuatro años de Gobierno socialista, aunque ha reconocido que «queda mucho diálogo por delante».