¿Por qué ocurrió el fiasco en el diseño de los trenes de vía estrecha?

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Tren de ancho métrico cruzando el puente de Mera
Tren de ancho métrico cruzando el puente de Mera CESAR TOIMIL

Los errores en el dimensionamiento del material rodante tienen que ver con el olvido de la antigua Feve, absorbida por las grandes empresas ADIF y Renfe. De las 31 unidades, que se diseñarán ahora con el método tradicional, solo pueden circular por la red gallega cinco, las que son híbridas

20 feb 2023 . Actualizado a las 15:10 h.

El caso de los trenes de la red de ancho métrico que no caben en los túneles ha sacado a la luz una malla ferroviaria olvidada, pero que es muy relevante en Asturias, Cantabria y el País Vasco —donde mantiene activos polos de cercanías—, y en menor medida en Galicia, norte de Castilla y León y Murcia.

Los 26 trenes de tracción eléctrica y otros cinco híbridos encargados por Renfe a CAF venían a paliar un déficit de más de veinte años en la renovación del material rodante, con unidades que en algunos casos iniciaron su servicio a finales de los años sesenta. Pero la red que gestionaba la antigua Feve (integrada en Renfe y el ADIF en el 2012) tiene problemas más graves incluso que el del material rodante: un trazado inseguro que no termina de recibir las inversiones necesarias y que obliga a los trenes a ir por debajo de los veinte kilómetros por hora en algunos puntos para evitar descarrilamientos. A esto hay que añadir la falta de fiabilidad del servicio, que afecta casi a diario a los usuarios gallegos de la línea Ferrol-Ribadeo. El olvido de esta red tiene mucho que ver con el fiasco en el encargo de los nuevos trenes. 

El origen del problema

Gálibos de los túneles más recientes, pero no de los antiguos

Renfe licitó el contrato de 258 millones a principios del 2019 y se lo adjudicó ese mismo año a CAF por algo más de 196 millones. Durante estos tres años se estuvo trabajando en el diseño de un prototipo y, en un momento determinado, antes de que comenzara el proceso de fabricación de ese primer tren piloto —esto es un dato relevante, los trenes aún no se han fabricado— se comprobó que había errores en las referencias de gálibos (las dimensiones de los elementos de la infraestructura) relativas a los túneles de la red. Es decir, los trenes podían circular por los túneles más modernos, pero no por los más antiguos, algunos de los cuales se construyeron en el siglo XIX. 

Las responsabilidades 

Renfe, el ADIF y la AESF

Al detectarse a principios del 2021 que los trenes no cabían en estos túneles se paró todo el proceso de diseño. Pero no se explicó cuál era la razón del retraso hasta que el diario asturiano El Comercio destapó el fiasco. Llamó la atención que trenes adjudicados más tarde, también a CAF, empezaron a ser recibidos hace unos días por Euskotren, la empresa que gestiona la red de vía estrecha del País Vasco. Pero de los trenes encargados por Renfe no se sabía nada. Durante dos años se mantuvo en secreto el problema que retrasaba la fabricación de los trenes: no estaban dimensionados para la red.

Cuando se conoció el problema real, Renfe aseguró que los gálibos estaban basados en la Declaración de la red del ADIF, el documento en el que se describen las particularidades de la red ferroviaria para que las tengan en cuenta las operadoras. Este documento del ADIF remitía a su vez una instrucción sobre gálibos del 2015, realizada por la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) en base a las directivas ferroviarias comunitarias, pero en la que no se tuvo en cuenta los gálibos históricos de la red de ancho métrico, algo que sí se especifica para la de ancho ibérico. La falta de interés de la administración por la vía estrecha queda patente en este olvido. La absorción de Feve por los grandes mastodontes ferroviarios también está detrás del desastre, pues su herencia y conocimiento se diluyó en la burocracia de dos grandes empresas públicas. 

¿Afecta a Galicia?

La mayor parte de estos trenes no puede circular por la red gallega

Las vías de ancho métrico de Galicia no están electrificadas. Por tanto, la mayoría de estos trenes (26) no podrían circular por la red gallega. Tan solo los cinco trenes híbridos, aunque lo lógico es que sean destinados a zonas que combinen tramos electrificados con segmentos que no lo están. La plataforma de usuarios que defiende este ferrocarril está más preocupada por el mantenimiento de las unidades asignadas a Ferrol-Ribadeo, y piden que se doten de medios a los talleres de Ferrol. 

Alternativas

¿Cuál será la solución?

Durante estos dos años se plantearon alternativas para solucionar el problema, como reformar la instrucción de gálibos del 2015. Finalmente, se optará por copiar las dimensiones de los trenes actuales para evitar riesgos. Este sistema, conocido como método comparativo, fue el utilizado tradicionalmente en las compras de nuevo material rodante. Para algunas fuentes consultadas por La Voz, la razón fundamental del problema estriba en la resistencia de Renfe a utilizar un método reconocible que se empleó en las anteriores adquisiciones de trenes. Se trata de un método con peor encaje en la normativa inspirada en los paquetes ferroviarios europeos, pero que tiene su sentido en una red tan singular como la de ancho métrico.